jueves, 31 de enero de 2013

Louisville, una afortunada elección


Aunque el desplazamiento a Estados Unidos no sea nada barato y ello haya redundado en una menor participación –sobre todo en el caso de nuestros colores-, una vez más me reitero en la afortunada decisión de la UCI de llevar el Mundial fuera de Europa por primera vez en tres cuartos de siglo de existencia de este evento.

Como escribía hace cien días, Louisville es un Mundial tan necesario como el espectacular Koksijde de hace un año. La mundialización del ciclismo no sólo es un hecho irreversible, sino que es fundamental para el futuro de este deporte. No con experimentos a base de petrodólares o yuanes –que tampoco son descartables ‘per se’-, sino dando oportunidades a proyectos nuevos. Y el ciclocross estadounidense, con una larga tradición y seguimiento como muestran estas imágenes del Nacional de 2009 en Bend (Oregón), merecía este premio.


Louisville 2013 viene acompañado, además, por la buena noticia de que la UCI ofrecerá a partir de ahora todos sus grandes eventos por ‘streaming’, el canal poco menos que obligatorio para aquellos eventos deportivos que no están ‘señalados’ por el dedo de la televisión generalista.

Lo único que falta para compensar los elevados gastos que conlleva la mundialización es que la UCI asuma los gastos de desplazamiento o alojamiento, como se hace en otros deportes, o establezca ayudas en base a participación, resultados… Claro que esto ya pertenece a la categoría de la ciencia ficción.

miércoles, 30 de enero de 2013

Te echaremos de menos, Orbea


Aunque la marca Orbea seguirá muy presente en el mundo del ciclismo, tanto en carretera con las monturas del Euskaltel-Euskadi, como en BTT –por ejemplo, en el equipo Luna internacional o en el OKI nacional- e incluso con patrocinios individuales en ciclocross –sin ir más lejos el veinte veces laureado Aitor Hernández, que aspira a poner la guinda en Louisville- en 2013 no veremos en las carreteras ni en los caminos a los dos grandes proyectos de la firma de Mallabia.

Hoy, Miguel Madariaga presentaba el nuevo proyecto de la Fundación Euskadi, con un equipo continental que recobra el viejo maillot de hace veinte años, muy distinto de esa camisola azul que tan acostumbrados estábamos a ver. Atrás han quedado ocho años -entre 2005 y 2012- de equipo filial, en lo que ha supuesto el escalón para el World Tour para varias decenas de corredores, algunos tan cualificados como Mikel Nieve, Mikel Landa o Ion Izagirre.

Pero indudablemente más tristeza me produce no volver a ver esos maillots tan fácilmente identificables en las pruebas de BTT. Unas prendas que desde 2000 hasta 2012 vistieron los mejores especialistas nacionales como Iñaki Lejarreta –el símbolo del equipo- Roberto Lezaun, Carlos Coloma, Marga Fullana, Janet Puigrós o Rubén Ruzafa, amén de los franceses Julien Absalon, Jean Cristophe Peraud o Cédric Ravannel.

Y es que el adiós del Team Orbea Internacional ha sido demasiado triste para una estructura histórica. Primero la salida casi por la puerta de atrás del mítico Absalon; luego la reconversión de Ruzafa al triatlón. Y finalmente, el mortal atropello de Lejarreta, como luctuoso epitafio de una formación a la que echaremos de menos pero que ya ha hecho varias rentrées en este mundo del ciclismo. Esperamos que la próxima sea dentro de muy poco, aunque en ese tiempo, te echaremos de menos, Orbea.

martes, 8 de enero de 2013

'Un futuro brillante para el ciclismo' (II): El ciclismo femenino pide igualdad


Por Dori Ruano
El primer artículo de esta serie tuvo una notable acogida en relación a la propuesta de reordenar el calendario mundial integrando pruebas femeninas y masculinas. Dori Ruano, una de nuestras ciclistas más combativas en todos los aspectos, retoma esta idea y nos cuenta el trabajo que se está realizando en pro de esta igualdad.
Ciclismo y fútbol son dos de los deportes que mueven más masa social, pero a la vez en los que más desigualdad existe entre hombres y mujeres. Las mujeres ciclistas siempre hemos tenido claro que para caminar hacia la igualdad en este deporte, las pruebas masculinas deberían ser las mismas para las mujeres, con su repercusión mediática incluida.
Sin embargo, en la actualidad solamente dos pruebas de la Copa del Mundo Femenina coinciden con las del calendario masculino: La Flecha Valona y el Tour de Flandes, las cuales se celebran en el mismo recorrido, con la diferencia de kilómetros correspondiente: Flecha Valona, con 194 kms. en hombres y 109 kms. la femenina, y Tour de Flandes, con 257 kms. y 17 muros y 130 kms. y los 10 últimos muros para las mujeres.
Pero la verdadera diferencia son los premios. En mi último año de competición (2005), la diferencia en esta prueba era abismal, ya que el ganador de la prueba masculina recibía 15.000 euros y la ganadora de la prueba femenina, sólo 1.500, la décima parte.
Por ello, tengo que aplaudir la decisión de la UCI de equiparar desde ya –en el Campeonato del Mundo de ciclo cross que se celebra ahora en enero- los premios de hombres y mujeres en el Mundiales. Sé que es un paso insuficiente, aunque se está en el buen camino.
El pasado 14 de noviembre 2012 se reunió la Comisión de Deportistas UCI en Aigle, una comisión formada por ciclistas hombres y mujeres de las diferentes disciplinas del ciclismo, entre las que están Marianne Vos, en la modalidad de carretera, a Giorgia Gould, de BTT, y Anna Meres, de pista, aunque esta última no pudo estar presente en esta primera sesión.
La labor de todas ellas está siendo y va a ser muy importante, pero me gustaría destacar a Vos, cuyos indudables éxitos deportivos han despertado a aquellos muchos escépticos del ciclismo. Su potencial físico y sus grandes victorias, en cualquier modalidad, no dejan a nadie indiferente.
La diferencia de premios que reciben hombres y mujeres en las carreras que organiza la UCI era una medida que se podía afrontar inmediatamente y por ello se ha tomado. Pero también se lanzó una idea muy similar a la que se proponía hace unos días en este blog, que las pruebas del Calendario UCI World Tour fueran para ambos sexos. En estos momentos la pelota está en el tejado de la UCI y esperemos que dicha propuesta no quede en el olvido en el tiempo.
Yo tuve la oportunidad de participar en las dos Copas del Mundo a las que antes me refería y tengo que decir que era increíble el poder transcurrir por las mismas carreteras que habías visto por TV a tus compañeros: el mismo público, el mismo espectáculo… pero desgraciadamente con diferente repercusión mediática. Los hombres son vistos por millones de hogares a través de la TV y las mujeres, tienen suerte si en sus países reciben un resumen de la carrera de unos pocos minutos.
Imagino que muchos organizadores pondrán el grito en el cielo con esta propuesta, porque, lo miren como lo miren, nunca lo van a ver y usarán los tópicos: No hay dinero, el ciclismo femenino no vende, la televisión, etcétera, etcétera, etcétera.
Pero si un Mundial se celebra en varios días –por ejemplo la prueba élite femenina el sábado por la tarde y la masculina el domingo-, no entiendo por qué no se puede hacer en las pruebas UCI World Tour, y no digo que se tengan que hacer en las 29 pruebas que componen el calendario masculino, pero si se podrían empezar con las Copas del Mundo actuales y con la repercusión mediática de TV.
Solamente tenemos que ver a nuestros hermanos de triatlón para ver hombres y mujeres en la misma competición y ver como unos y otros luchan por la victoria, sin que nadie se cuestiona si las mujeres van a 40 kilómetros a la hora y los hombres a 50. Se valora el esfuerzo de unos y de otros que, lógicamente y fisiológicamente, no puede ser el mismo por razones obvias de naturaleza.
Y tampoco nos pillan lejos los grandes torneos de tenis. Aunque hoy por hoy sigamos viendo más hombres en TV que mujeres, las competiciones son para ambos. Que es lo que queremos en el ciclismo. Y ya nos encargaríamos nosotras –con campeonas como Vos- de darle el mismo interés.

Foto: Dori Ruano, en su último Mundial, en 2005. Los premios eran entonces muy distintos.