lunes, 21 de septiembre de 2015

La Burbuja de Ponferrada palidece ante el Richmond Convention Center

Si uno de los puntos fuertes del Mundial de Ponferrada fue su famosa Burbuja, es decir, la concentración en una zona bastante reducida, pero en diferentes edificios, de toda la infraestructura del Mundial, Richmond 2015 se ha superado, ya que en solamente uno –realmente dos, pero conectados por varias pasarelas-, el Richmond Convention Center, ha ubicado todo, absolutamente todo lo inimaginable en relación con el trabajo administrativo de un Campeonato del Mundo.

En primer lugar, el centro de acreditaciones, que normalmente suele estar en un lugar relativamente aislado para facilitar la llegada de personas aún sin credencial, también se ha ubicado en este edificio, facilitando un contacto que en anteriores ocasiones era bastante incómodo entre dichas operaciones y otras en relación con la Permanente o la Oficina de Prensa. En cambio, en este Mundial se produce la paradoja de que han repartido muy pocas acreditaciones de vehículos, pero es fácil llegar sin ellas hasta el mencionado Richmond Convention Center.

Sin embargo, el ‘no va más’ es el podio indoor que se ha instalado en una inmensa sala de este recinto ferial. En principio resulta un poco extraño, incluso agobiante, y aunque los pronósticos no dan lluvia en los próximos días –hoy si había una alta posibilidad, aunque al final las nubes no han descargado- no está de más recordar el aguacero que sufrimos en el último protocolo de Ponferrada. Supongo que en Qatar no será necesario… pero lo mismo se sienta un precedente para otras pruebas ciclistas de climatología más complicada.

En dicha sala, inmensa por otro lado, podemos encontrar toda la venta de merchandising mundialista –no los típicos tenderetes callejeros de otros eventos, sino una verdadera exposición tipo ‘El Corte Inglés’-, de otras entidades relacionadas con el evento, como ese ‘Virginia Is For Lovers’ del que ya hablaré otro día, la propia Federación Estadounidense de Ciclismo,  y naturalmente el ‘adelanto’ de Qatar 2016, con todo lujo de detalles.

Por último, la futbolización del ciclismo en los Mundiales es cada vez más evidente, ya que los corredores tienen que pasar al terminar, sí o sí, por una inmensa zona mixta, sin poder salir en contradirección o tener otras escapatorias para huir de la zona de llegada. Eso sí, siempre quedará a su voluntad hacer o no declaraciones. Podio, conferencia de prensa y control, a continuación, y en muy pocos metros.

Y para colmo, el hotel oficial de la UCI –el Marriot- justo al lado del Convention Center y  de la propia línea de llegada. ¿Alguien da más o hablamos después de Qatar?

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