domingo, 4 de enero de 2015

Ciclistas: héroes caídos, odiados rivales

Una de las entrevistas que más me ha marcado fue la que le realizó José Carlos Carabias en ABC a Oscar Freire tras su retirada en Valkemburg. En ella, el tricampeón del mundo reconocía que los ciclistas habían dejado de ser ídolos, en estos tres párrafos:

—Vamos, vamos, no se queje. Nadie le ha llamado nunca paquete. Se le ha respetado mucho a usted. 
—He seguido mi camino, sin preocuparme lo que dice la gente. He pasado varias generaciones y se ha perdido el respeto al ciclista. La gente ya no tiene respeto por nosotros. El corredor ya no es lo más valorado de este deporte. La UCI, los equipos y el mundillo en general no valoran al corredor. Somos un producto, un negocio, no ídolos.
—… 
—Induráin y Perico eran ídolos. Ahora ya no hay. Contador gana, pero no es un ídolo. Esa figura ya no existe.
—El dopaje lo estropeó todo... 
—Claro. Ya sabemos por qué fue todo. Pero no es justo que paguen todos en este deporte por unos pocos. He vivido los días bonitos del ciclismo y también los negros. Ahora te valora el que entiende de ciclismo, no el gran público.

Dos años y tres meses después, leo otra interesante entrevista, esta vez en MARCA, de Enrique Bernaola al exculpado Ezequiel Mosquera, otro ciclista que ha demostrado ser un señor en unos momentos en los que muchos no sólo habrían sacado pecho sino que hubieran disparado a diestro y siniestro. Pues bien, el gallego se expresa en parecidos términos:

El ciclismo profesional de hoy es irracional totalmente (…). Me dediqué a esto porque veía héroes encima de la bici y hoy no sé qué es lo que ve la gente encima de la bici. Pero héroes yo creo que no. No sé si irá para mejor o no, pero prefiero recordar con nostalgia lo que yo viví como ciclista profesional. Hoy en día, en el ciclismo, o ganas dinero o no compensa. Antes no era así. Antes, con dinero o sin dinero, te sentías realizado siendo ciclista profesional.

Unas palabras para preocupar… pero no las más graves. Y es que, casualidad o no, hoy publica Pablo León en su blog ‘I love bicis’ en El País una interesante entrada titulada ¿Por qué la sociedad odia a los ciclistas?. No es la misma casuística, ni siquiera el mismo ámbito, pero el autor reflexiona sobre ese halo negativo a la hora de sustituir razón por emoción. Y que vale tanto para el ciclista urbano, como explica León, como para el de competición... si alguno desea hacer la continuación.

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