martes, 28 de enero de 2014

Movistar rompe la tradición para poner orden

No es el estilo habitual del Movistar –y de sus precursores- hacer público un comunicado para informar del calendario de sus jefes de filas. La información ‘sotto voce’ ha sido casi siempre la práctica habitual, quizá porque era innecesario cualquier otro tipo de comunicado.

Sin embargo, hoy se ha roto la tradición y hace pocas horas el equipo telefónico hacía una nota de prensa anunciando que Nairo Quintana correrá en Giro de Italia y Alejandro Valverde, el Tour de Francia, para coincidir ambos en la Vuelta a España. Y todo ello argumentado con las declaraciones del manager general, Eusebio Unzue. Era un secreto a voces desde hace varias semanas. Pero en esta ocasión han considerado que debían oficializarlo.

No voy a entrar en la decisión tomada, aunque pienso que tiene toda la lógica del mundo no presionar a un todavía joven Nairo para que se vacíe en el Tour intentando mejorar la ‘plata’ de 2013 y dándole una alternativa histórica en el Giro. Eso sí, me gustaría que esta ‘hoja de ruta’ no supusiera una nueva manzana envenenada para Valverde en el Tour y que el murciano pudiera dar lo mejor de sí mismo en las clásicas… y en Ponferrada. Por otro lado, también entiendo perfectamente a los que opinan justo lo contrario, aunque al ser la opción descartada, tampoco merece la pena mucho enredarse con ella.

Lo verdaderamente importante no es el contenido del anuncio, sino la forma. Hace apenas 48 horas –tras su victoria en San Luis- Quintana seguía flirteando en los medios con la ‘grande bouclé’, a pesar de conocer ya su calendario. ¿Rebeldía juvenil, malas influencias, polémicas periodísticas? Sea lo que fuere, que me da lo mismo, Movistar ha reaccionado bien, ha roto la tradición y ha puesto orden. La grandeza se nota también en detalles como éste.

lunes, 27 de enero de 2014

Hoogerheide, mi último Mundial

Tengo un recuerdo agridulce del Mundial de ciclocross de Hoogerheide, en 2009. Entre otras cosas porque fue el último de esta disciplina en que estuve presente. Claro que entonces no podía imaginar el cúmulo de circunstancias que me han llevado a este ostracismo y que no viene al caso rememorar. Ni darle más vueltas.

El caso es que fue un Campeonato que no había comenzado nada mal… un año antes. En la presentación oficial del evento –durante el Mundial de Treviso 2008-, la organización nos entretuvo con una quiniela, en la que había que acertar seis preguntas relativas a la historia del ciclocross en Hoogerheide. Ninguno de los aproximadamente dos centenares de asistentes adivinamos todas, pero entre los que nos quedamos en cinco se realizó un sorteo… en el que este servidor, con ese 'dorsal 137' que aparece en la imagen, fue el afortunado: un bonito reloj que recibí de manos de Pat McQuaid y de Adrie Van der Poel –el hijo más ilustre de la villa neerlandesa y alma mater de aquel evento-, ambos sorprendidos de que un españolito se llevara el galardón. Ni que decir que mis compañeros –comenzando por el doctor Iñigo o el seleccionador Pla- lo atribuyeron a la suerte… Y algo de fortuna hubo, aunque también algo de conocimientos y mucho de intuición a la hora de responder.

Hoogerheide 2009 fue un mundial belga en muchos sentidos, a diferencia de Zeddan 2006, una población neerlandesa más norteña en la que no se notó tanto la invasión flamenca. Y es que, a pesar del intenso frío, miles de aficionados se dieron cita en esta pequeña población, casi limítrofe con Amberes. Recuerdo, aún con terror, la dificultad de desplazarme de un punto al otro del recorrido, especialmente al acabar la prueba, ya que atrapado entre un bosque humano de tallos de dos metros tardé más de media hora en llegar al box español, en el que Tino Zaballa estaba a punto de salir con su cuñado en coche hacia España para asistir al día siguiente al nacimiento programado de su hija Andrea. Cinco minutos más, y adiós a la entrevista. En aquella crónica acuñé una frase que no recordaba pero que me gustaría recuperar, por si alguna vez alguien la necesita: “Eres más inútil que una credencial de prensa en un Mundial de ciclocross”, algo asumible por buen número de los fotógrafos y redactores presentes en aquel evento.

El cántabro fue uno de los diez corredores españoles participantes en aquel Mundial, al que se acudió con cinco élites, en un momento en que había una gran competencia en esa máxima categoría: la clase de Hermida, la progresión de Larri, la adaptación de Murgoitio, la experiencia de Suárez y la combatividad de Tino. De aquella expedición, tan sólo el alavés –en un gran momento físico y mental, por cierto- estará presente en la selección mundialista cinco años después, lo que puede contribuir a esa tesis ‘negativista’ de que no hay continuidad entre categorías inferiores y la élite en el ciclocross.

El color neerlandés en aquel Mundial se vivió con los títulos junior y femenino -pruebas que este año se han juntado en el mismo día, rompiendo el tradicional programa mundialista-, de una Marianne Vos que comenzaba su hegemonía –desde entonces ha obtenido todos los ‘arco iris’ en juego-, aunque ya había sido la vencedora en Zeddam, tres años antes. Sin embargo, quedó el regusto amargo del fiasco de Lars Boom, gran favorito tras su espectacular victoria en Treviso… antes de decir triste y casi definitivamente adiós al barro.

En esta ocasión la fiesta naranja puede ser total si se cumplen los deseos de los anfitriones de ver en lo más alto del podio, junto a la Vos –sería una debacle que no ganase-, a un Lars Van der Haar que termine con la hegemonía belga, y, sobre todo, a un hijo de la tierra como Mathieu Van der Poel –aunque no haya nacido en Hoogerheide como Adrie, ni viva allí- que podría enganchar una serie de arco iris increíble: dos títulos mundiales juniors en ciclocross, uno más en carretera… y el más que probable sub23 el próximo sábado. Eso sí, espero que el resultado sea mejor que esta promoción para la que no encuentro, sinceramente, el calificativo más adecuado.



Y no quiero terminar sin tener un recuerdo para Alex Aranburu, baja de última hora en este Mundial que –como Zaballa- iba a tener la experiencia de representar los colores de España en sendos Mundiales de carretera y ciclocross, aunque esta experiencia deberá esperar.

jueves, 23 de enero de 2014

City Downhill World Tour: el ciclismo menos urbano llega a las ciudades

No deja de ser una paradoja que el ciclismo menos urbano, el descenso, siempre haya tenido un nivel de complicidad con las ciudades, especialmente con esa maravilla que fue –y esperemos que vuelva a ser- ‘a corrida mais louca do mundo’.

Todo ello gracias a la espectacularidad de ver a los ‘descenders’ en un escenario tan complicado, o más, como el de cualquier estación invernal. Y la comodidad de no tener que desplazarse muchos kilómetros, algo que casi siempre ha jugado en contra del mountain bike. Valparaíso, por ejemplo, es otro magnífico ejemplo.

El acercamiento era cada vez más intenso y algo grande tenía que nacer. Si a ello le unimos la siempre inestimable colaboración de Redbull, vemos que lo que era un proyecto a mediados del año pasado, se convertirá en una feliz realidad en este 2014, tal y como nos anunciaba Esmtb –cuya gran labor de difusión de esta especialidad nunca será lo suficientemente valorada- pocos instantes después del anuncio hecho por Filip Polc.


Así pues, el City Downhill World Tour 2014 es ya una realidad, con escalas en Santos (Brasil), el 9 de febrero, Valparaíso (Chile), el 23 del mismo mes, y Bratislava (Eslovaquia), el 21 de junio, antes de una cuarta y última cita por desvelar, y que, ojalá, pudiera volver a ser Lisboa.

miércoles, 22 de enero de 2014

Mi querida bicicleta, rescatada del olvido

Inicialmente fue un relato independiente; posteriormente, en 1989, formó parte –como el tercero de los nueve capítulos del libro- de ‘Mi vida al aire libre (Memorias deportivas de un hombre sedentario), en el que el autor recordaba los diferentes deportes que había practicado en su vida.

Reapareció como publicación independiente poco tiempo después… para perderse definitivamente, junto a la desaparecida editorial Miñón, en el limbo de los libros descatalogados. Hasta que hace unas semanas la editorial Ken rescataba del olvido ‘Mi querida bicicleta’, la obra de Miguel Delibes dedicada a una de las grandes pasiones de su vida, en una nueva edición magníficamente ilustrada por Marijose Recalde y que, por apenas 12 euros, no debe faltar en nuestras bibliotecas.

El autor vallisoletano cuenta en este libro sus experiencias ciclistas, comenzando por los días de la iniciación, en los que aprendió a montar con entusiasmo y facilidad, pero con la duda de cómo se detendría… que resolvieron unos matorrales de su patio; el uso como medio de transporte algunos años después para mantener el contacto con la que luego sería su esposa, Ángeles de Castro, en la época de su noviazgo, ya que “dos seres enamorados, separados y sin dinero lo tenían en realidad muy difícil en 1941”, o también para trasladarse para desarrollar otra de sus grandes pasiones, la caza. Y, desde luego, cómo trasladó su pasión a sus hijos y nietos, expresado en la victoria de su hijo Juan en una carrera popular.

Una gran iniciativa de esta editorial navarra, convertida ya en costumbre de ‘rescatar’ cada año una pequeña historia perdida de un gran autor.

lunes, 20 de enero de 2014

Cazadores, ciclistas y senderistas no deben salir a tiros por un debate sesgado y artificial

Aparte del exceso de normas jurídicas –propiciado por esa aberración llamada Estado de las Autonomías que busca más el elemento diferenciador que el común a la hora de regular-, el sistema legal español adolece de una falta de transparencia importante a la hora de elaborar las distintas leyes y reglamentos, lo que provoca una importante rumorología que en algunos casos puede llegar a ser bastante injusta.

Es el caso de la Ley de Montes, cuyo proyecto está en trámite por parte del ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y que ha sembrado la alarma cuando se habla de que se dará prioridad a los cazadores en perjuicio de senderistas, ciclistas, seteros y otros usuarios del monte, a los que se prohibiría el paso en los días de montería.

Vaya por delante de que esa limitación de paso en esos días ya está vigente y que es obligatorio señalizar los caminos cercanos advirtiendo de la celebración de la montería que, para quienes no lo sepan, puede originar el peligro de un balazo –mortal, a diferencia de la caza menor, cuya munición, los perdigones, no entraña el mismo daño- o del ataque de animales como jabalíes o corzos que podrían salir de estampida a los caminos. De ahí la advertencia, aunque la decisión de pasar o no es personal de cada uno.

Sin embargo, ha trascendido que en la nueva Ley se iba a pasar de la información a la prohibición. Y claro, las protestas ciudadanas han surgido en base a que el artículo 45 de la Constitución recoge y ampara que el monte y la naturaleza es de todos los ciudadanos, es un derecho universal el disfrute de la misma. El Ministerio ha tenido que salir al paso diciendo que “ninguno de esos borradores contempla en ningún momento prohibición o restricción alguna al tránsito de las personas por los caminos públicos, ni en día de montería”, aunque la verdad es que si por algo se caracteriza este Gobierno es por la casi nula validez de su palabra.

Hay que ser justos y reconocer que las monterías, ganchos o batidas no se organizan más de tres veces al año, por lo que se puede disfrutar libremente del monte –y sin peligro- más de 360 días al año. Además, una montería requiere de unos permisos que se solicitan por adelantado y el pago de unas tasas, lo mismo que otras actividades vinculadas al monte, como puede ser la ganadería o la recogida de leña. Una actividad regulada administrativamente… lo mismo que puede suceder con una prueba de BTT, por ejemplo, que también puede limitar el acceso universal a determinados tramos de monte en un momento determinado.

Así pues, no seamos injustos y no busquemos los tres pies al gato en un tema que no deja de ser un disfrute del monte por parte de todos… aunque no sea de forma simultánea, y que se comprendería perfectamente con una mayor información. Y sobre todo, no caigamos en la mezquindad de pensar en la caza como una actividad exclusiva de señoritos y que el Gobierno pretende beneficiar exclusivamente a este colectivo, próximo a su línea ideológica. Si en otros aspectos, las actuaciones gubernamentales no dejan lugar a dudas, en este casi no se puede ni se debe hablar de que se pretenda volver con la legislación cuarenta años atrás. Otra cosa diferente es que lo que pensemos de la caza. Pero ese no es el tema de hoy. 

miércoles, 15 de enero de 2014

¿Por qué los fabricantes de bicicletas han tomado el World Tour?

Cuatro de los dieciocho equipos del World Tour 2014 están patrocinados por fabricantes de bicicletas. Un dato que, lejos de ser anecdótico, me produce una cierta preocupación y más cuanto tres de ellos, Cannondale, Trek y Giant, han surgido al relevar de forma más o menos forzada a otros patrocinadores ‘externos’ –llamémosles así- como fueron Liquigas, RadioShack o Argos, éste con una trayectoria extremadamente corta. El cuarto, BMC, no deja de ser un ‘capricho’ –bastante caro, por cierto- de un millonario, algo asimilable a otros dos equipos más cuya denominación tampoco es estrictamente empresarial: Astana y Katusha.

Hay que remontarse a los años cincuenta y sesenta cuando los patrocinadores externos comenzaron a aparecer de forma sistemática en los maillots de los equipos, tomando tan fuerza que llegaron a ‘obligar’ al Tour de Francia a cambiar su fórmula de selecciones nacionales por formaciones comerciales. Patrocinadores muy distintos en cuanto a su origen y potencial económico, pero de casi todos los ámbitos empresariales que coincidieron en su interés por el patrocinio de un equipo ciclista como vehículo publicitario. Y el ciclismo dio su gran salto adelante. Los fabricantes de bicicletas fueron relegados a un papel secundario –en cuanto a presencia, que no en importancia-, como patrocinadores técnicos o proveedores, aunque algunos siguieran apareciendo en los maillots.

¿Y por qué digo que esta situación es preocupante? Simplemente porque debería ser motivo de reflexión que no surjan marcas que ocupen esos espacios, como pasaba hace unos años, independientemente de que dude de la rentabilidad publicitaria para un fabricante de bicicleta de una inversión completa que alcanza o supera una decena de millones de euros. ¿Tantas bicis se venden para justificarlo? O mejor aún, ¿con una estructura comercial cada vez más centrada en tiendas monomarca o ventas en grandes superficies, ¿es rentable esta publicidad tan generalista?

Este debate tuvo una primera parte hace unos días en Twitter y pude obtener algunas respuestas interesantes. La primera es la comparación del ciclismo con el automovilismo o el motociclismo donde los fabricantes –Ferrari, Honda…- ocupan ese lugar de privilegio. Cierto, pero con matices: en automovilismo el equipo número uno de la actualidad es Red Bull, una marca comercial ‘externa’. Pero, sobre todo, estos deportes son un excelente banco de pruebas para los productos que luego comercializarán en sus vehículos de serie. En ciclismo, el avance tecnológico a nivel de material se detuvo en seco hace unos años, e incluso en algunos aspectos podríamos hablar de involución cortando de raíz esas opciones de experimentación de los fabricantes y de modernización del deporte.

Una segunda línea de pensamiento interesante se refiere a que estas marcas, a causa de la crisis, han asumido un papel de transición, una labor de salvar las estructuras ciclistas en estos años de vacas flacas, por el bien del negocio global. No lo dudo, y es de agradecer. Pero tengo mis dudas si es simplemente un paréntesis o un paso atrás, ya que en otros deportes al más alto nivel no se ha producido este fenómeno.

La tercera aportación –bastante interesante- me llega de todo un experto como Manolo Saiz, quien considera que deberán ser los fabricantes los dueños de las licencias de los equipos en aras de una cierta estabilidad y que él ya se lo propuso a Giant en los años noventa. Es decir, sería similar al modelo de la Fórmula 1, al que antes me refería. Pero para ello debe plantease un nuevo modelo de juego desde el punto de vista tecnológico, sin olvidarnos del peso que los patrocinadores tienen en estos equipos: en Ferrari, por ejemplo, Banco Santander, Shell, Philip Morris, Fiat o UPS aportan pero que muchos millones al aparecer en los monoplazas y en otros soportes.

Ojalá la llegada de Fernando Alonso pueda suponer un cambio en el modelo. Porque por muy loable que sea el interés de los fabricantes, con ello no basta en lo que se refiere al medio y largo plazo.

PD: La situación de preocupación se refiere al ciclismo de carretera. En BTT el esquema es muy distinto y tradicionalmente los fabricantes han tenido mucha más fuerza, aunque solo sea por el mayor avance tecnológico de esta disciplina.

lunes, 13 de enero de 2014

La internacionalización del ciclocross, cosa de todos

Por Nico Van Looy
Hoy Uluru se complace en tener a un colaborador de lujo en la persona de Nico Van Looy posiblemente una de las personas idóneas para hablar del futuro del ciclocross, desde su doble óptima de español y flamenco, y su magnífica pluma, atendiendo mi petición personal de contar con dos puntos de vista sobre el futuro del ciclocross, uno más optimista obre la difusión de esta disciplina y otro, representado por él, que muestra sus dudas.
Lleva años la UCI creando planes, hojas de ruta, acciones, borradores y demás papeleo para, según dicen, conseguir la internacionalización del ciclocross. La especialidad invernal del ciclismo, que goza de una salud envidiable en Bélgica, Países Bajos y la República Checa, no ha conseguido, pese a los esfuerzos del estamento que debe de velar por el ciclismo con deporte, sobrepasar esas fronteras con la misma fuerza. Sólo Estados Unidos está ofreciendo, en la última década, alegrías a Peter Van den Abeele y su equipo gracias a un impresionante desarrollo al otro lado del Atlántico. Tanto es así, que cada vez cobra más fuerza la entrada del cross de Las Vegas en el calendario del a Copa del Mundo –podría incluso abrir la próxima edición de la challenge– y la posible inclusión, dentro de dos campañas, de una prueba más en suelo americano.

Pero, no nos engañemos, ese crecimiento americano es sólo un espejismo que quizá pueda contentar a los jefazos de la UCI ya que, al fin y al cabo, significa más flujo entrante en la caja de la sede suiza, pero en la vieja Europa, la tierra donde el ciclismo se ha convertido en el deporte internacional que hoy en día es, las cosas son muy distintas.
La UCI ha apostado por ‘sacar’ el ciclocross de su feudo tradicional en busca del interés por estas carreras en países más al Sur de París. Buena prueba de ello es la inclusión en el programa de la Copa del Mundo del engendro de Roma. Una carrera que ni por tradición ni por recorrido estaría nunca a la altura de la challenge oficial de la UCI. Pero los romanos, que no sabemos si están locos o no, tienen el dinero que, por ejemplo, no tiene en estos momentos una prueba histórica como Igorre, que sí tiene el bagaje suficiente para formar parte de la Copa del Mundo.
Con un trazado infame, la prueba de Roma ha entrado con calzador en la Copa del Mundo. Traía un buen cheque debajo del brazo y la UCI lo ha aceptado con la excusa de la internacionalización. Pero ahí es donde Brian Cookson y los suyos se equivocan de pleno. No es suficiente con llevar las carreras a países donde el ciclocross no levanta grandes pasiones. Además de poner un circuito y a los mejores ciclistas a correr, hay que ofrecer espectáculo en estado puro y eso, con autopistas curvadas como las de Roma, no se consigue.
Quizá habría que resignarse a la idea de que el ciclocross es una especialidad que ha encontrado su nicho de mercado y que no tiene mucha más capacidad de crecimiento. Es posible que en países como Alemania, Austria o Italia, con grandes esquiadores, el interés del público esté en el blanco de la nieve y no en el marrón del barro durante el invierno. No sería extraño que en España, un país con una nula cultura deportiva, tengamos suficiente con el fútbol y el deporte de moda de cada momento, que ahora es la Fórmula 1 y que cuando Alonso decida poner punto y final a su carrera será otro cualquiera.
El éxito belga
Pero esa no es la solución tampoco. La UCI, si quiere apostar por la internacionalización del ciclocross, debe de echar el resto y cambiar cosas de calado muy profundo. Lo primero que debe de hacer es preguntarse por qué tiene tanto éxito especialmente en Bélgica. Los motivos, claro, son muy variados, pero podríamos resumirlos en tres: una altísima rentabilidad publicitaria para las empresas anunciantes, unas televisiones implicadas que se pelean por los derechos de las pruebas y un público entregado y dispuesto a acudir a los circuitos porque, además de a una carrera ciclista, saben que van a una suerte de feria donde pasárselo bien en familia.
Lo de la rentabilidad publicitaria tiene mala barraca y, por supuesto, va asociada al interés de las televisiones por retransmitir los eventos. Pero las teles no se interesarán por un deporte ‘emergente’ si no hay grandes marcas detrás. Por eso, quizá, la primera solución sería que la UCI obligue a los equipos con licencia World Tour a no quedarse en la comodidad de la ruta y a tener estructuras en otras disciplinas. Así, podríamos nombrar el MTB, el ciclocross, las féminas, categorías inferiores, escuelas de ciclismo, la pista… hagan ustedes el catálogo completo. Una vez hecho, la UCI, para dar una licencia WT a un equipo, debería de obligar a este a disponer, al menos, de estructura en tres de esas disciplinas.
Recientemente, en una animada conversación twitera sobre el asunto, defendía que la UCI sólo tenía que fijarse en el ejemplo del Rabobank para este objetivo, aunque está claro que alcanzar los niveles de compromiso del banco holandés, será casi una utopía.
Televisión
Por otro lado tenemos los derechos televisivos. Es el punto más complicado. La UCI, si realmente quiere conseguir popularizar el ciclocross y otras disciplinas el ciclismo, debe de sentarse y hablar seriamente con los grandes organizadores. El ciclismo debe de venderse como un paquete televisivo. Las teles que quieran emitir el Tour, la Vuelta o el Giro deben de comprar un paquete íntegro que incluya clásicas, pista, ciclocross, etc... Una vez que se ha hecho el desembolso, no cabe duda de que esas cadenas emitirían sus contenidos a fin de obtener una rentabilidad adecuada de ellos. ¿Acaso alguien piensa que la F1 vendería los derechos de una prueba suelta a una televisión nacional?
Por último, tenemos el tema del espectáculo. Perpetrar eventos como el de Roma, donde el espectador apenas disfruta de lo que está viendo y no consigue enganchar a los noveles. Es un sinsentido como lo sería querer introducir el fútbol en países donde no se sigue con triangulares en los que participen equipos de barrio y no los Bayern, Real Madrid, Barça, Chelsea…
Imaginen, por un momento, que todas estas circunstancias se pudiesen dar. Piensen en un ciclocross en el que los Nys, Stybar, Van der Haar, Wellens, etc… corrieran con los maillots de Quick Step, Trek, Astana, BMC, Cannondale, etc… y que entre ellos, el bueno de Larrinaga defendiera los intereses del Movistar, con su apoyo logístico y económico que le permitiera hacer, como Dios manda, temporadas completas en las mismas condiciones que los grandes nombres belgas. Imaginen, además, que los dos o tres eventos que se disputaran en España fueran patrocinados por marcas como Vodafone, Skoda, Danone, Amstel, Festina… (por nombrar sólo algunos nombres relacionados con la Vuelta a España) y, son su dinero, los organizadores pudieran montar un evento en el que, además de ciclismo, una familia con niños pudiera ir a pasar el día sabiendo que van a poder comer, beber, jugar, ver algún concierto de una banda local…
Por último, imaginen que todo esto se retransmite (en directo o no) por Teledeporte o cualquier otro canal de los muchos existentes en la TDT. Y multipliquen el efecto que esto tuviera en España por el que podría tener en otros países como Italia, Francia, Portugal, Inglaterra, Alemania…
Me dirán ustedes, y con razón, que es una propuesta muy difícil de llevar a buen puerto. Que es impensable poner de acuerdo a tantos actores. Incluso, y ahí estaremos de acuerdo, que uno de los motivos del éxito del ciclocross en Bélgica es la mínima distancia que deben de recorrer los aficionados semana tras semana para ir a todas las pruebas del calendario, algo que es imposible en un país tan grande como España. Y sí. Lo que les propongo no es algo sencillo. Pero debe de intentarse. Porque lo que está claro es que el camino que ahora mismo recorre la UCI no es el correcto. Más bien, todo lo contrario.

sábado, 11 de enero de 2014

Alba Teruel o la cara B del ciclismo en Segorbe

Los eventos deportivos siempre tienen una cara B más o menos desconocida. Historias que muchas veces no llegan al gran público, pero que encierran un importante componente humano. Y deportivo, claro está. La alegría del triunfo se torna en pena, en decepción, en rabia por no haber llegado ese resultado que se esperaba, aunque no sea siempre la victoria.
 
En estos Campeonatos de España de ciclocross que estamos viviendo en Segorbe, esa cara B tiene nombre y apellidos en la persona de la junior valenciana Alba Teruel, una corredora que ya representó a España en el pasado Mundial de Toscana, que será una de las referencias de la categoría en la inminente campaña de carretera… y que quería ser protagonista en su tierra en este Nacional. De hecho, era la favorita señalada en su categoría.

Alba se alineó en el relevo de ayer viernes, con la valentía que supone ser la última en salir. La jugada salió bien hace dos años en Gandía, cuando Elena Lloret materializó el triunfo valenciano. Pero esta vez fue distinto y la junior tuvo que pasar por el amargo trago de ver como se esfumaba la medalla. Naturalmente que no fue culpa suya –es una prueba de seis corredores-, pero seguro que le quedó muy mal cuarto al vivir esa triste situación.

Su día, sin embargo, era hoy, en el Campeonato junior femenino. Lideraba la prueba cuando rompió, destrozó, el cambio. La bicicleta de recambio le jugó dos malas pasadas en forma de caída y pinchazo. Y las ilusiones se fueron con este cúmulo de desgracias.

Estoy seguro de que Alba sabe que todo esto forma parte del juego, y que después de las derrotas, sobre todo si son injustas como éstas, las victorias saben aún mucho mejor. De ahí mi reconocimiento a Alba, con todo mi ánimo y a todos aquellos deportistas más o menos anónimos que han sido, son o serán protagonistas de las desgraciadas historias, de esta cara B del ciclismo.

lunes, 6 de enero de 2014

Ciclocross en los Juegos Olímpicos de invierno: bueno para ambas partes

A pesar de que esta noticia publicada en CyclingNews podría ser calificada de muy importante, ha pasado casi completamente desapercibida. Y no sólo por la trascendencia que supone que el ciclocross pase a formar parte del programa de los Juegos Olímpicos de invierno sino por el hecho de que esta competición olímpica, hasta ahora centrada exclusivamente en modalidades de hielo y nieve, pasara a albergar deportes que se celebran durante el invierno.

Según la información, recogida del periódico belga Het Nieuwsblad, el coordinador off-road de la UCI, Peter Van Den Abeele, y el director deportivo del COI, Christophe Dubi, se reunirían esta semana para hablar del tema, en un marco bastante más propicio que en anteriores ocasiones –donde simplemente se quedó en una buena intención condenada al fracaso por la rigidez de la norma olímpica- ya que la IAAF también estaría interesada en que el cross tuviese su hueco en estos Juegos Olímpicos invernales.

Independientemente de que para el ciclocross sería el espaldarazo definitivo –sobre todo en aquellos países en los que la etiqueta olímpica supone el ser o no ser para una modalidad deportiva-, pienso que todavía sería una ventaja mayor para los JJ.OO, cuya fórmula de ‘hielo y nieve’ resulta demasiado restrictiva. Incluso le pediría al propio COI una amplitud máxima en la definición de los deportes de este programa, dando entrada a más modalidades outdoor lo que podría servir para incrementar la importancia de este evento en países con poca tradición ‘invernal’ e incluso adelgazar el programa del hermano mayor veraniego.

viernes, 3 de enero de 2014

Pavos y gansos ciclistas navideños

No hace muchos años era bastante normal que los profesionales madrileños se citasen varias veces a lo largo de las Navidades en carreras sociales o populares en las que, aparte de quemar grasas –que algún exceso se hacía- y pasar un buen rato, incluso se podía tener la fortuna de ganar un pavo de cara a las comidas de tan señaladas fechas.

Una de las populares era la Subida al Alto de Los Leones –denominado nuevamente El León-, en la mañana del día de Navidad. Una prueba que al principio fue una simple ‘quedada’ de amigos en la plaza de Guadarrama, para derivar luego en una carrera social –federada y arbitrada, incluso- en la que era fácil ver a ocho o diez profesionales. Félix García Casas era uno de los habituales: “Era una tradición, juntarnos para entrenar, aunque había gente que simplemente iba a tomar el chocolate con churros posterior y pasar un buen rato”.

Lamentablemente la tradición se perdió, aunque desde el Club Ciclista Guadarrama se ha recuperado nuevamente como ‘quedada’. Pero ya no hay competición, ni profesionales en liza. Como tampoco los hubo en las Carreras del Pavo  de Ciempozuelos, Fuenlabrada o Colmenar Viejo –las supervivientes en el 2013-, que antaño siempre reunían a un número importante de profesionales madrileños.

Por ello, hay que aplaudir la iniciativa del Club Ciclista Escurialense de organizar –mañana sábado por la tarde- el primer critérium ciclista Ganso de San Lorenzo, en el municipio madrileño de San Lorenzo del Escorial, abierto a corredores desde 16 a 69 años, en una cita que tiene como objetivo que los amantes de nuestro deporte puedan disfrutar de un día de ciclismo, tanto participando, como siendo espectador de las diferentes carreras, en las que no faltarán algunos de los mejores ciclistas del pelotón nacional, caso de Paco Mancebo, Carlos Verona, Oscar Pujol, Marcos García o Antonio Piedra.

Todos ellos en un circuito de 3,4 kilómetros que rodeará el impresionante Monasterio, al que darán ocho vueltas a partir de las cuatro de la tarde, aunque una hora antes  lo habrán hecho las categorías de más y menos edad en lo que pretende ser un día festivo y de encuentro, aunque en esta ocasión el pavo dará paso al ganso.

Más información: www.elgansodesanlorenzo.es/