viernes, 27 de septiembre de 2013

British experience for Spanish Team, made in David Fernández

Han pasado ya 14 años desde que David Fernández formase parte de la selección española en un Mundial. “Fue en 1999, el año que ganó Freire en Verona, así que a ver si se repite lo de entonces”, Pero cuando le pregunto que si han cambiado muchas cosas desde entonces en la selección, es cuando me doy cuenta de que estamos hablando de bastante, pero que bastante tiempo. “Pues casi todo, porque creo que de aquella expedición sólo quedamos tú y yo”.

Para David la vida ha dado muchas vueltas desde entonces, tras pasar como mecánico por varios equipos españoles –entre ellos con Javier Mínguez, “que creo que me ha llamado por lo que me conocía de entonces”- y recalar en el Sky donde es una pieza fundamental en el engranaje de la formación de Dave Brailsford, por el que siente admiración. “Tiene todo organizado y no se le escapa nada”. Un cambio radical que ya ha ido asimilando, demostrando la profesionalidad de nuestros mejores especialistas en cualquier parte del mundo. “Cuando llegué allí me sorprendió muchísimo la cantidad de gente que había. Pero luego te das cuenta de que todo el mundo tiene su función específica, que ninguno se mete en la labor de otro, y que al final ves que no sobra nadie. No es como aquí que aparte de lo nuestro, siempre tenemos que estar haciendo otros trabajos, porque falta gente o porque no se ha previsto”. Y a pesar de las relaciones entre la Federación Británica –donde trabajan cerca de 300 personas- y el equipo, las estructuras están separadas y diferenciadas, salvo en ese punto de mando personalizado en Brailsford.

Es consciente de que ese estilo que ha marcado Sky viene dado por los recursos económicos, “pero el dinero por si solo no serviría para copiarlo. Sky es una cultura de trabajo, unos valores. Un sistema que intenta hacer las cosas de una forma personal, sin vicios arraigados. Por ello es algo que no es fácil de trasladar a otras estructuras, como por ejemplo a España. De todas formas, somos bastantes transparentes y por ello es fácil imitar algunos de nuestros métodos. Cuando hace un par de años los corredores se pusieron a hacer rodillo tras una etapa, todo el mundo se reía. Unas semanas después, nos imitaban ya unos cuantos”. Sin embargo, también nos comenta que “durante años, han estado yendo a los colegios, a ver chavales que tuvieran potencial para ser ciclistas, en una labor que ha llevado mucho tiempo. Este trabajo con la base es algo que nadie había hecho nunca, y que está ya dando frutos.”.

En este sentido, le agrada que esas innovaciones sean tomadas por equipos como Movistar y que la posible llegada de Fernando Alonso “sería muy buena para el ciclismo. La Fórmula 1 es el deporte más profesional y seguro que podría trasladar muchas de sus características a un equipo, que tendría un gran nivel. ¿Mejor que Sky?  De momento tenemos la ventaja de la experiencia”. Sin embargo, se lamenta de que “aquí tenemos una excelente generación, pero ya muy cerca de la retirada y sin que asome un relevo por detrás. Señal de que algo no se ha hecho bien”.

A pesar de la admiración por el sistema británico, reconoce que no pasa muchos días en Gran Bretaña, “ya que allí solo vamos cuando hay alguna concentración a principios de temporada y la base del equipo está en Bélgica”, que la tensión del trabajo “es la misma durante todo el año, desde la primera carrera hasta el Tour de Francia”, y que en estos días se siente plena y exclusivamente español. “Lógicamente ahora quiero que gane alguno de los míos, porque además el recorrido es muy duro y les va perfectamente”, aunque también ve a ‘su’ Froome con muchas opciones en este Mundial.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Un Mundial para selecciones grandes

Si la ‘regionalización’ de un Mundial por causas económicas está plenamente justificado –y es a lo que se tiende en esta época de crisis-, las consecuencias logísticas pueden ser terribles y afectan en mayor medida a aquellos países con expediciones más limitadas. Vamos, que Toscana 2013 es un Mundial para selecciones grandes.

Ya llevamos tres días de Campeonato con las contrarrelojes individuales y unos cuantos paseos por toda la región, que continuarán en los tres últimos días también en las pruebas de fondo, algo que, por ejemplo, no había sucedido ni en Geelong ni en Limburgo, salvo en la carrera élite.

Todo ello obliga a tener unos medios humanos y materiales mucho más importantes que en otros Mundiales ‘convencionales’… o a tener que multiplicarse de un lado para otro para poder estar en todos los ‘puntos calientes’ del evento: reuniones, recogida de dorsales, competiciones... Y naturalmente el esfuerzo debe ser el mismo para selecciones que compiten con un equipo completo como para aquellas que tan sólo presentan un corredor, aunque el mayor esfuerzo se produce si alineas a dos ciclistas en la crono, ya que es imposible seguirlos a ambos –no hay tiempo material, ni vía de retorno libre, aunque hubiera tiempo-. Incluso los coches neutros para acompañar a estos corredores escasean y Shimano tiene que hacer encaje de bolillos en este aspecto.

Además, el caótico tráfico italiano y la escasez de señalización en calles y carreteras complican los traslados. Al ser un Mundial regionalizado, te alojes donde te alojes siempre vas a tener que hacer muchos kilómetros. Florencia, pese a ser el epicentro del Mundial, resulta prohibitiva por sus precios hosteleros y la mayoría de los conjuntos –con Italia, a la cabeza- se han desplazado a la zona de Montecatini Terme, donde hoy empieza la crono élite.

Quizá lo mejor del Campeonato sea ese impresionante paso por el centro histórico de Florencia: ir en plena crono tomar una curva a derechas y encontrarte con el Duomo, con miles de personas en las aceras, es algo difícil de olvidar… lo mismo que la triste imagen de las gradas vacías en la recta de meta, con unas infraestructuras sobredimensionadas y una división en compartimentos estancos impropia de los tiempos multimedia que corren, y que te produce más d eun quebradero de cabeza.

Y una perla para terminar: El recorrido de los últimos kilómetros de la crono rodea de tal forma la zona final en el Mandela Forum que resulta imposible la entrada y la salida de los vehículos hasta que no termina cada prueba. 

sábado, 21 de septiembre de 2013

La UEC ha dejado de ser espectadora en el ciclismo

Aunque el apoyo por parte de los delegados votantes de la UEC al británico Brian Cookson –de palabra, ya que el voto es secreto, con todo lo que significa- fue el tema que más ha trascendido de la Asamblea Extraordinaria de este organismo, hay otra serie de actuaciones que se engloban dentro del papel protagonista que esta asociación quiere tener en la gestión del ciclismo. Y que, estemos de acuerdo o no con ellas, hay que fomentar y aplaudir.

Dentro de esta filosofía, la reestructuración del calendario ciclista es una de los elementos principales, cuya competencia debe ser exclusiva de la UCI –aunque sea una propuesta UEC-. Así, el calendario internacional tendría seis fases bien diferenciadas, comenzándose en enero en Oceanía, para seguir en febrero en África, ocupar los meses de marzo y abril con las clásicas europeas (pruebas históricas, en su denominación), mientras que el bloque central del año -el cuarto, de mayo a agosto- lo ocuparían las carreras por etapas, como los ‘National Tous’ y el Tour de Francia, los Campeonatos continentales –entre los que estaría el de Europa, de nueva creación- y los Mundiales. No se dice nada concreto de Giro y Vuelta, pero se entiende que estarían entre esas pruebas, aunque la ronda española debería adelantar sus fechas. ¿Cuánto? Chi lo sa.

Los dos últimos bloques mensuales corresponderían a pruebas en América (septiembre) y Asia (octubre), con descanso en los dos últimos meses del año, mientras que los calendarios continentales, también gestionados por la UCI, se adaptarían a este armazón. ¿Factible? Juzguen ustedes.

En cuanto a la participación, tras indicar que habría competiciones para equipos comerciales y selecciones nacionales, por separado, mantiene las tres categorías de equipos, aunque reduce el número de World Tour a quince, y establece una cuota de 25 para la segunda división. En cualquier caso, proponen la imposibilidad de que un equipo ‘sin nombre’ pueda acceder al primer escalón directamente.

La lucha contra el dopaje es otra de las prioridades, con el aumento de las sanciones: la primera infracción, cuatro años; la segunda, de por vida, con implicaciones para los equipos que podrían llegar a perder la categoría.

Finalmente, hay un aspecto que no comparto pero que tiene suma importancia en los planteamientos de la UEC: la consideración del ‘pinganillo’ como una trampa a la competición deportiva, algo que argumentan debido a la desaprobación general de los espectadores. Por ello proponen la erradicación total.

Todo ello, dentro de un marco de potenciación de la imagen y la difusión de nuestro deporte del que consideran no está a la altura que debería tener en relación a la que tienen otros eventos deportivos.

martes, 17 de septiembre de 2013

Reconversión ciclista (V): Norbey Andrade, el jefe de la pista

Hace unos días, viendo un reportaje sobre la historia del ciclismo colombiano, me sorprendió bastante ver el enorme parecido existente hoy en día entre el mítico Lucho Herrera y ‘nuestro’ Norbey Andrade. “Éramos de la misma quinta y corrimos juntos bastante tiempo. Pero a mí me pesaba bastante más el culo”, recuerda sonriente Andrade de aquellos días, muy distintos a su faceta ahora, ‘alma mater’ y garante del buen desarrollo de cualquier competición de pista que se dispute en nuestro país. Por ello, nada mejor que elegirle como quinto protagonista de nuestra serie.

Y es que Norbey procede del valle del Cauca, “de donde han salido siempre los mejores rodadores, en competencia con Antioquia. Pero allí no nacen escaladores: aunque estamos a 1.000 metros de altitud, no tenemos nada que hacer contra los de Bogotá o Boyacá, que están a más de 2.500. Corrí desde los 10 hasta los 32 años, participando en algunas pruebas como el Clásico RCN”. Curiosamente su deseo de mejorar como ‘escarabajo’ le hizo trasladarse a la capital, contrayendo una sinusitis crónica que sería decisiva a la hora de colgar la bicicleta.

De regreso a Cali, su actividad tuvo dos ejes. “Por un lado, abrí varias tiendas de bicicletas –Ciclos Andrade-, lo que me permitió entrar en contacto con numerosos equipos extranjeros, entre ellos los españoles, con lo que tuve la ocasión de relacionarme con directores como Javier Mínguez o Rafa Carrasco, con los que colaboraba cuando venían a correr a Colombia, patrocinando también a varios equipos”. Pero por otro, comenzó a ejercer como ‘federativo’. “Desde 1990 hasta 1997 fui el presidente de la Liga de Ciclismo del Valle, lo que aquí se conoce como Federación. La sede estaba en el velódromo de Cali y comenzamos a realizar una importante labor en pista”.

Por si fuera poco, en 1995, se disputó en Colombia “el último Mundial conjunto de carretera y pista. Formaba parte del comité organizador, como encargado de la zona VIP UCI y del protocolo”. Y es que en este sentido, Norbey es un auténtico especialista en que estas ceremonias –a menudo tan maltratadas- se desarrollen con absoluta brillantez y corrección.

Tanto en el Mundial, como en la Copa del Mundo del año siguiente, “conocí a Toni Cerdá, con el que pronto hice una gran amistad “y que terminaría siendo como un padre para mí”, pero también a pistards como Llaneras, Escuredo, Alzamora o Moreno”, un hecho que sería definitivo en su vida.

Hacia España con escala en Cuba

Pero las cosas en Colombia comenzaron a cambiar. “La situación económica era muy mala y comencé a pensar en emigrar. Mis opciones eran Estados Unidos y España, aunque opté por esta última por el idioma”.

Su salida no fue directa, “ya que en 1998 se disputó en Cuba un Campeonato del Mundo junior –en el que estuvieron Alejandro Valverde y Rubén Plaza, entre otros- al que acudí como miembro de la delegación española, de acuerdo con Toni Cerdá. Y desde allí, a Mallorca. Mi idea era probar un par de meses… y ya van quince años”.

“A los ocho días de estar en España, me dijo Toni que nos íbamos a Valencia, donde había un Campeonato de España donde iba a ejercer como jefe de pista, algo que ya había hecho muchas veces en Colombia”. Y desde entonces, Norbey ha estado en casi todos los eventos ciclistas celebrados en un velódromo español ejerciendo perfectamente esa función muchas veces desconocida, pero que garantiza el correcto desarrollo de un evento y la comunicación fluida entre todos los participantes: organización, árbitros, seleccionadores, corredores… Después de trabajar muchos años con él, puedo dar fe de que su presencia es absolutamente necesaria, aunque muchas veces le pase lo que a los buenos árbitros de fútbol, que pasa desapercibido, aunque el tandem que forma con Pepe Soria no lo sea. “Es otra persona que me ha ayudado muchísimo, como mi hermano, con el que me compenetro muy bien. El se encarga más del montaje y yo de la carrera”.

En cambio, no es nada original cuando se le pregunta por sus mejores momentos en un velódromo. “Aparte del Mundial de Colombia, me quedo con el oro de Llaneras en el Mundial de Palma –donde también fue jefe de pista-, porque fue muy emocionante. Pero disfruto con cualquier cosa que hago. Mi idea es que desde una simple competición de cadetes tenga ese montaje espectacular digno de un Mundial”. En cuanto a malos momentos, “prefiero olvidarlos cuanto antes”.

Por cierto, el próximo mes de febrero, Cali acoge un nuevo Mundial en el que no podrá estar trabajando “aunque haré todo lo posible por estar, aunque sea como espectador”. Y es que la Challenge de Mallorca, otra de sus ‘hijas’, le requiere en las Baleares a principios de ese mismo mes, “y para trabajar en el Mundial tendrá que estar muchos meses allí”.

Director técnico de la Challenge… y muchas cosas más

En 2001 también comenzó a trabajar en Unisport Consulting, la empresa que organiza la prueba balear, donde ejerce como director técnico. “Somos un verdadero equipo. Cada uno sabe de lo que se tiene que ocupar y creo que por ello la carrera es un éxito. Me llena de orgullo que siendo una prueba que se celebra en febrero, siempre podamos contar con los mejores corredores del mundo, con campeones que han ganado el Tour y que están deseando venir a Mallorca”.

Y aunque se muestra orgulloso de su nacionalidad española adquirida, también se llena de satisfacción al hablar del ciclismo colombiano, “que vive un momento dulce, que ha tardado mucho en llegar, ero que aquí tenemos a grandes corredores. No sólo Nairo, Urán o Henao, sino gente como ‘Bananito’ Betancourt y un montón de jóvenes que vienen detrás”.

Corredores a los que siempre procura ayudar, lo mismo que a sus compatriotas radicados en Mallorca, como presidente de la Asociación de Colombianos –“hay mucha gente que se está planteando regresar a Colombia, aunque allí se está produciendo una burbuja”- o como máximo responsable del club de fútbol Cosmos, terminando con un “llevo el ciclismo en la sangre, pero siento pasión por todos los deportes”.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Copa del Mundo de pista, sponsored by ¡Viva Mexico!

Aunque ya está cerrada la primera fase de la temporada de pista, aquella destinada a ‘recolectar’ puntos para poder participar en la segunda fase, la Copa del Mundo propiamente dicha, la UCI todavía no tiene cerrado el calendario de esta competición, que empieza en apenas dos meses.

Hace ya años que aquello de las cuatro mangas pasó a la historia y ya se ha oficializado y reglamentado que van a ser tres. Para esta primera temporada de la ‘nueva etapa’ pronto se conocieron dos de esas sedes: Manchester –la única clásica tras el progresivo adiós de otras como Los Angeles, Sydney, Melbourne, Moscú o Copenhague-, en noviembre, y Aguascalientes (México) –un velódromo con aspiraciones mundialistas y que por ello debe insistir-, en diciembre.

Pero faltaba una tercera, que se está haciendo de rogar, ya que ninguno de los escenarios tradicionales o de los que se han asomado tímidamente en los calendarios internacionales –Astana, Pruszkow, Minsk…- ha aceptado acoger esa última cita, a mediados de enero. Por aquello de la obligatoriedad de que los países que quieran ir al Mundial debieran tener una prueba internacional, se rumorearon algunos países como Japón, Hong Kong o Corea del Sur

Parece que no van por ahí tampoco los tiros: hoy por hoy, la única iniciativa viable parece ser la de una segunda prueba en México, esta vez en Guadalajara, que incluso podría retrasar sus fechas a febrero para ‘enganchar’ con el Mundial en Cali, también en el Nuevo Continente, a finales de dicho mes.

Todo sea por el bien del ciclismo, pero cuando una disciplina tan mundializada como la pista tiene que programar tres de sus cuatro principales eventos de la temporada en un solo continente, con dos de ellas en un solo país –y no precisamente de los punteros-, es el momento de preguntarse que es lo que está sucediendo para que ni los países tradicionales en esta disciplina de la Vieja Europa –salvo Gran Bretaña-, o de otras zonas geográficas principalmente anglosajonas, o incluso de esos nuevos escenarios a los que antes aludía, hayan dado de lado a lo más selecto del calendario mundial.

PD: Desde 2006 ninguna sede de un Mundial, salvo Manchester, ha repetido después como Copa del Mundo

lunes, 9 de septiembre de 2013

Mundial y TV: cuestión de exigencias desmedidas y demandas a la baja

Llevo algunos días leyendo que el Mundial de Toscana no se va a ver en televisión, al menos en España, porque la UCI ha cambiado su gestor de derechos, y que ello conlleva un cambio en su política de comercialización y de intereses televisivos. Y es que, como siempre, una verdad a medias puede ser la mayor de las mentiras. Me explico.

Vaya por delante que el gestor es un mero intermediario, y algo habitual no sólo en ciclismo, sino en cualquier evento deportivo, que busca incrementar los ingresos conseguidos por la venta de esos derechos televisivos negociando con el mejor postor. Lo normal es que en primer lugar se dirija a la UER –la Unión Europea de Radiodifusión- o EBU –en su denominación anglófona-, aunque si no hay acuerdo, se puede negociar de forma individual con distintas televisiones en cada uno de los países. Y es lo que ha sucedido también este año: la UER ha sido la primera opción... y no ha aceptado.

En los tiempos de vacas gordas, la UER solía adquirir los derechos de casi todos los Mundiales, que se ofrecían sin mayores problemas –previo pago de la parte alícuota, claro está- en los distintos países y canales interesados. Pero las vacas han adelgazado, y mucho, y la situación es otra bien distinta.

Aunque no lo puedo certificar con absoluta seguridad, me temo que el cambio de gestor de la UCI se ha traducido en unas mayores exigencias económicas, algo desgraciadamente tan posible, vista la avidez del  ‘amo’, como incomprensible, en la coyuntura económica actual. Pero al ser un juego de oferta y demanda, está claro que no sólo depende de lo que pide el que vende, sino lo que está dispuesto a pagar el posible comprador, que  desgraciadamente, es cada vez menos, aunque tanto Eurosport como Teledeporte siempre han apostado –en la medida de lo posible- por nuestro deporte. Pero lo que no puede ser, no puede ser. Y además es imposible, que diría ‘el Guerra’.

Quedan menos de dos semanas para el inicio de Toscana’2013 y caben aún bastantes opciones. No creo sinceramente que las cadenas eleven sus ofertas, por lo que todo pasa porque el ‘gestor’ rebaje sus exigencias… o las malvenda a terceros distintos, por simple despecho, y que alguno de ello ofrezca sus programas en España. En todo caso, no se nos debe olvidar que junto a esa maximización de beneficios los organismos deportivos –y la UCI lo es- deben procurar también la mayor difusión posible de sus deportes, especialmente de los grandes eventos como es un Mundial de carretera.

Porque el ‘streaming’ que ofrecieron en los Mundiales de pista o BTT puede ser un complemento muy atractivo, ¿pero hoy por hoy un negocio?

De momento, a fecha de hoy, estas son las posibilidades de seguimiento televisivo a nivel mundial que ofrece la UCI.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Fernando Alonso, el eslabón perdido entre sociedad y deporte, entre ciclismo y automovilismo

Hoy es un día para la euforia, para descorchar una botella de champán. Y es que no basta con felicitarse por la gratísima –e inesperada- noticia de que sigamos teniendo un nuevo equipo ciclista al más alto nivel.
Es cierto que la compra de la licencia del Euskaltel por parte de Fernando Alonso no significa la continuidad de la estructura del equipo vasco en lo que se refiere a su filosofía, sino que simplemente se mantiene la licencia UCI Pro Tour en nuestro país, independientemente de la continuidad de una quincena de ciclistas, en su mayoría vascos, que algo de color darán. Y solamente por eso es una excelente noticia, aunque haya más. Bastante más.
No obstante, hay que ser realistas y pensar que todo lo mucho que ha salido publicado hoy son elucubraciones, ya que las únicas manifestaciones de Alonso en su web se refieren a que “ilusión, seriedad, sacrificio, evolución y transparencia son las palabras sobre las que este equipo sentará sus bases”, a la manida ‘tolerancia cero’ –algo que de, tan claro y evidente, debería ser obviado en cualquier declaración de intenciones- y a una mención a “un equipo nuevo” que no por estar en el último párrafo no deja de tener su importancia.
Aun así, ya he leído comentarios sobre el nuevo carácter asturiano del equipo, sobre el apoyo del Banco de Santander, sobre la aplicación de la tecnología de Ferrari, a imitación del Sky y McLaren. Conjeturas posibles, probables, incluso algunas deseables, pero al fin y al cabo conjeturas. El tiempo dirá, aunque este primer año no corre precisamente a favor.
Lo más importante, muy importante, aparte de la ‘continuidad’, es que por primera vez un personaje público –lo de Linda McCartney pudo ser un procedente pero resultó lamentable, y lo de Tinkof no merece ni el más mínimo comentario- ha apostado de forma decidida por implicarse de forma personal en un proyecto deportivo distinto al de su práctica habitual. Algo tan sencillo que podría –debería- ser imitado por otros personajes la mayoría de las veces que salen en los papeles no es por sus actuaciones deportivas –un día o dos a lo sumo a la semana- sino por sus peinados, por sus suplencias, por sus anemias, por sus despistes… A lo mejor es una vía interesante que abrir en esa Ley de Mecenazgo que ni existe, ni se la espera.

Y no me resisto tampoco a llamar la atención de la misma DGT para aprovechar esta ocasión irrepetible para cumplir esa misión de velar por todos –TODOS- los ocupantes de la vía pública. Y es que cuando hay tanto cazurro suelto que se cree que las carreteras son pasto de una pésimamente mal entendida devoción por la velocidad de Alonso, la implicación del asturiano es la mejor prueba de que la convivencia entre ciclismo y automovilismo, bicicleta y coche, es posible y deseable. Está por ver si María Seguí es capaz de enterarse de esta oportunidad histórica.