sábado, 25 de mayo de 2013

Tres historias ciclistas para no dormir, o por lo menos reflexionar

Cada vez que aparece un ‘positivo’ mediático –como el de ayer de Di Luca- parece que va a ser un punto de inflexión en la lucha antidopaje. Ojalá lo fuera. Pero lo cierto es que, paso a paso, cada vez aparecen más condenas, rotundas, sin dobleces, ante casos como el protagonizado por el italiano.

Casos con los que, indefectiblemente, vuelve a salir el tema de las condenas a perpetuidad. ¿Y por qué no? No es cuestión de hablar, de gritar, de blasfemar, sino de planteárselo en serio. Y sobre todo, de regularlo legalmente. Entre todos y contando con los propios ‘implicables’. Eso sí, dejando muy claro quienes deben ser los que se merecen esta sanción de por vida por tramposos –que se queden fuera del juego- y quienes deben tener derecho a una segunda oportunidad, por un error.

Las comparaciones con otros ámbitos resultan bastante esclarecedoras: un conductor que se pasa de velocidad en ese tramo en el que el límite de la autovía pasa –inesperada o innecesariamente- de 120 a 90 –y en el que instalan precisamente los radares- se merece una sanción, a lo mejor una simple amonestación, aunque quizá también haya que revisar las limitaciones. Pero si circula a 200, lo que se merece es la retirada definitiva del carné.

Es un tema que quizás no nos quite el sueño, pero que nos debería hacer reflexionar. Y sobre todo actuar: es el momento de empezar.

Una segunda historia que también nos debe mover a la reflexión, trata de las conclusiones hechas públicas ayer por la UCI del estudio ‘Un futuro brillante para el ciclismo’, de las que se destacan seis:

• Restaurar la credibilidad del ciclismo y la percepción pública del deporte
• Decidir si se va a realizar una investigación independiente sobre el asunto de Armstrong y la posibilidad de ofrecer a los corredores una "amnistía" o sanciones reducidas por presentarse a esa investigación.
• Desarrollar un plan estratégico a largo plazo para el ciclismo
• Seguir fortaleciendo la cultura antidopaje que existe en la UCI
• Mejorar la relación de la UCI con la AMA
• Reestructurar el calendario profesional

Con otras cinco prioritarias:

• Incrementar la independencia de la Fundación Antidopaje de Ciclismo (CADF)
• Designar un organismo antidopaje independiente para sancionar a los corredores profesionales cogidos por dopaje
• Revisar el sistema de puntos existente para los equipos profesionales
• Desarrollar el ciclismo femenino
• Mejorar la comunicación con los corredores de carretera profesionales

Dicho de otra forma: creo que de 6.369 encuestas se pueden sacar conclusiones bastante menos simples y evidentes que las manifestadas. Quiero creer que se trata de un simple avance de resultados y que el trabajo aportará bastante más, que falta hace. Quiero creerlo.

La tercera y última historia no por menos sospechada es menos preocupante. Esta mañana ‘El País’ publicaba lo sucedido a un ciclista popular al borde de la muerte, al parecer por una autotransfusión como ‘preparación’ para afrontar la Titan Desert. Aunque podría haber sido cualquier otra prueba, incluso la carrera del pueblo del fin de semana.

En estos casos, ¿qué hacemos? ¿Controles fuera de competición, pasaportes biológicos para unos tanto-tonto-añeros que no han comprendido qué es el deporte, qué es el ocio, qué es la vida –y la muerte-? Absurdo, caro e ineficaz.

Sancionar, aunque sea de por vida, es una absoluta necedad. No porque no se lo merezcan, ojo. En estos casos, mientras que se suple con educación a medio plazo esta insensatez, contemplarlo como un delito no es ninguna aberración. Como en el ciclismo de base, aunque en este caso, los responsables, los culpables, no serían los propios deportistas.

martes, 21 de mayo de 2013

De la fascinación de las ‘handbikes’ a la superación de los ‘handbikers’


Si el Campeonato de España de ciclismo adaptado del año pasado en Los Alcázares me dio la oportunidad de conocer el fascinante mundo de las ‘handbikes’, el de este año en Aguilas me ha servido para profundizar (*) en esta apasionante disciplina, la única que se ‘manolea’ –en vez de pedalea, valga el juego de palabras-. Pero sobre todo en las historias de superación de sus protagonistas ‘los handbikers’.

Quizás la más conocida sea la de Diego Ballesteros, un hombre que me cautivó día a día siguiendo en su blog su periplo para unir la Expo de Zaragoza y los Juegos de Pekín, en 2008. De su fatal accidente y de su historia de superación, plasmada en esa nueva aventura de unir Madrid y Londres en 2012, ahora con una ‘handbike’, ya escribí en este blog, pero no había tenido la suerte de conocerle personalmente.

Por ello, cuando me enteré que, por primera vez, iba a estar en la línea de salida de unos Nacionales, me cogí su '12.822 kilómetros. De Zaragoza a Pekín en bicicleta' para que me lo dedicara, para hablar un buen rato sobre su presente y su futuro. “Soy más de fondo, por lo que aquí no lo tengo fácil”, pese a quedar cuarto tanto en línea como en contrarreloj en su clase, la H2. “Espero ir mejorando año tras año y a ver si puedo luchar por estar en los Juegos”.

Ese es también el sueño de Vicente Yangüez, un nombre que puede ser absolutamente desconocido en el mundillo ciclista, aunque no en el taurino y más si le añadimos el sobrenombre que le hizo famoso, ‘El Chano’. Y es que nos estamos refiriendo a uno de los más destacados banderilleros del escalafón, miembro de las cuadrillas de El Cordobés o Miguel Abellán, que el pasado 14 de julio sufría una cogida terrible en Ávila que se saldaba con la rotura de la vértebra L-1, aplastándole la médula espinal y que le provocaba una parálisis del tren inferior.

Salió del Hospital de Toledo en febrero, pero el 14 de abril ya corría una media maratón en Valdemoro, muy cerca de su casa, y a principios de mayo se estrenaba en una ‘handbike’ en la Paracycling Bira. “Incluso cuando estaba en el hospital y sabía que no iba a volver a andar, ya tenía ganas de poder competir. Siempre he hecho maratones y no me iba a quedar en una silla de ruedas sin moverme. Esta gente tiene mucho mérito”, dice sin darse cuenta de que él tiene ya el mismo mérito, aunque su experiencia sea menor. Águilas fue su segunda cita y no lo hizo nada mal, acabando también cuarto en las dos pruebas del Campeonato de España, en H3. “La tensión que vivimos en la competición es muy parecida a la que teníamos en la plaza”, apostilla ‘El Chano’, que incluso sobre su handbike tiene ese porte que sólo tienen los toreros.

Hay muchas otras historias que pueden ser conocidas en la red. Como la de Gustavo Molina, ciclista aficionado, piloto de tandem… y ahora ‘handbiker’ que sorprendió el año pasado pero que éste tuvo que resignarse a un papel secundario por unos inoportunos calambres; o Luis Miguel Giner, antiguo nadador y cuyas limitaciones físicas se traducen en competir en la clase más complicada, la H1. Y sin olvidarnos del ejemplo del ya retirado José Vicente Arzo, que perdió ambas piernas en un incendio, y que tras pasar por natación y atletismo llegaba a obtener la plata en los Juegos de Pekín sobre una bicicleta de mano.

(*) Gracias una vez más al conocimiento, la experiencia y sobre todo la ilusión del seleccionador nacional, Félix García Casas.

viernes, 17 de mayo de 2013

‘Race appeal’ y menos ciclistas para el laboratorio polaco


Del 27 julio al 3 de agosto la Vuelta a Polonia será un banco de pruebas para la Unión Ciclista Internacional, y ojalá un escaparate para el ciclismo mundial, en un intento -¿tímido, insuficiente, decidido, de cara a la galería…?- de cambiar el ciclismo profesional.

Poco ha trascendido sobre el experimento polaco aparte del comunicado de la UCI, que se puede sintetizar en dos medidas: una clasificación intermedia que se traducirá en bonificaciones y la reducción del número de corredores por equipo.

‘Race appeal’ o ‘attactivité’ es el nombre que se le ha dado a esta clasificación, que recogería los puntos logrados por los corredores en distintos sprints especiales y pasos de montaña de cada etapa -¿todos, parte?-, y que se traduciría en bonificaciones de cara a la general. Si con ello se pretende que haya mayor movimiento en carrera por parte de los ‘gallos’ en esos momentos a priori intrascendentes, se habrá conseguido el objetivo, aunque los recorridos también tendrán que cambiar, ya que se puede lograr el efecto contrario indeseado: más bloqueo hasta el final.

Más interesante parece la segunda medida, con equipos de seis corredores para la carrera sea más difícil de controlar, y más después de haber visto la interesantísima prueba en línea de los Juegos Olímpicos, con sólo cinco ciclistas por nación. Muchos directores se han mostrado siempre contrarios a estas reducciones, argumentando que el ciclismo es un deporte de equipo y que sería muy peligrosa en las grandes vueltas, sobre todo si se pierde algún corredor muy pronto por caída, lesión, enfermedad…  ¿Y si se permitieran las sustituciones justificadas la primera semana, por ejemplo? En este caso nadie se vería perjudicado cuantitativamente –que no, cualitativamente, pero en eso sólo influye la suerte- y se podrían ver principalmente los efectos positivos.

Pero volviendo a Polonia, la reducción debe traer también una mayor combatividad… si los directores quieren. Algunos querrán, por supuesto, pero otros pueden ser bastante más remisos para defender su postura de cara a otras citas. Y como antes decía, se puede lograr el efecto contrario indeseado.

PD: Eso si, experimientos como el inicio dolomítico-italiano sobran.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Sky, el límite es el infierno


¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Este dilema, posiblemente el más debatido en la historia de la humanidad, tiene su equivalente ciclista en otra cuestión igualmente ambigua, y con las mismas consecuencias como círculo vicioso: ¿Qué es mejor, trabajar para un solo líder desde el principio o que la carretera decida quien lleva los galones?

No voy a entrar en el debate de las respuestas, ya que ambas opciones son perfectamente válidas y se pueden defender con argumentos absolutamente lógicos. Lo malo es cuando las emociones –sobre todos las negativas- influyen en esa presunta racionalidad a la hora de contestar. Y por lo que estoy viendo, si ese líder único se llama Brad, se apellida Wiggins y corre en el Sky Team, siempre, absolutamente siempre, es mejor apostar “por el otro”, por el que sale de la carretera.

A estas alturas de la película ya deberíamos saber quién es ‘Wiggo’, cuáles son sus características y sobre todo lo que significa en ese proyecto llamado Sky. Pero por si aún no lo sabemos, nada mejor que leerse ‘Sky is the limit’ cuya magnífica versión española nos trae Libros de ruta (*). En él se expone la filosofía de trabajo de Dave Brailsford y el concepto de "acumulación de ganancias marginales", es decir, pequeñas mejoras en el rendimiento gracias a la tecnología –y en definitiva, del dinero, que para ello lo tienen- que pueden significar segundos ganados que se traduzcan al final en una gran victoria, como la de Wiggins en el pasado Tour de Francia. Y es que teniendo un corredor como él, esta filosofía –lo mismo que el trabajo unánime para el líder- es absolutamente obligatoria.

Pero parece que molesta, y nos olvidamos de que el británico es –en muchas cosas, ojo, no en todas- un clon de Miguel Indurain en cuanto a lo que debe ser su rendimiento y cómo debe plantear una carrera. Aunque aburra. Y en cuanto aparece algún corredor a su sombra, ya se está apostando “por el otro”, llámese Froome, Urán.. o el que sea. ¿Realmente es que buscamos la espectacularidad o es simple envidia? Y desde el punto de vista personal, reconozco que sería una persona con la que me tomaría bien a gusto una cerveza.

Más sorprendente aún es que se ataque la innovación, la modernidad del Sky como causa de todos los males y que incluso de hable de su prepotencia por sus medios. Es curioso, pero en el debate surgido ayer cuando planteaba esta cuestión, todos los ‘pisteros’ defendían la validez –y la efectividad- de ese trasvase de los métodos de la pista hacia la carretera. Y si desde el equipo se considera que un autobús debe tener los asientos personalizados y que es bueno que cada corredor tenga su propio colchón toda la temporada, y tienen dinero para hacerlo ¿realmente creéis que es sólo por epatar o por buscar esa ganancia marginal? La tecnología no sólo influye, sino que se echa en falta en este deporte, en relación con otros que deberían ser nuestros referentes, que en muchos aspectos se ve como anticuado, mal que nos pese.

Otra cosa muy distinta es que tácticamente el equipo tenga muchas lagunas en carrera, y que la falta de un Scott Sunderland o del propio Sean Yates se deje notar y que en determinados momentos –por ejemplo, la Vuelta a España de 2011, no en el Tour de 2012- no supieran pasar del huevo a la gallina. Y que quizás les esté pasando lo mismo en este Giro. Pero eso es algo que también se expone en el libro, que terminarán resolviendo y que, en ningún caso, les condena al infierno.

PD: (*) Solamente llevo 234 de las 340 páginas, pero no sólo me parece un libro revelador, sino que, además, es muy interesante. Os lo recomiendo por ambas razones.

martes, 14 de mayo de 2013

El falso BMX, el auténtico y espectacular Freestyle, llega a Barcelona


Tras haber escrito hace unas semanas sobre una de las escasas disciplinas ciclistas no integradas en la UCI, el Velo-Polo, nada mejor que la inminencia de los X Games –desde el jueves al domingo en Montjuic, Barcelona- para hablar de la otra, del Freestyle, aunque algunos lo denominen BMX-Freestyle, o simplemente BMX, dado que la bicicleta que usan es muy parecida a la que se emplea en la reciente disciplina ciclista olímpica, aunque las similitudes sean mínimas.
“Se parecen en el tamaño de las ruedas, porque incluso en la geometría o el material de los cuadros son muy distintos”, comenta Manu Mateo, uno de los mayores especialistas nacionales en el BMX ‘deportivo’ –llamémosle así-. “En un principio quizás hubiera alguna conexión entre las dos, pero hoy en día apenas hay vínculos, salvo algún entrenamiento que puedan hacer los pilotos para mejorar su técnica en saltos de cara a las carreras”. De ahí, que la mención BMX sólo conduzca a la confusión y que sea recomendable que lo dejemos simplemente en una denominación ya de por sí bastante elocuente: Freestyle.


Aunque hay numerosas asociaciones a nivel internacional que regulan esta modalidad ciclista y hay diversos eventos que incluso se consideran verdaderos Mundiales, nada más representativo que los X Games. Se trata de una competición multideportiva -en el que la bicicleta tiene un hueco junto a coches, motos y skates-, nacida en Los Angeles en 1995 como un evento anual y que ahora mismo incluso reúne seis ediciones en un mismo año, dos de ellas en la versión de invierno (sin BMX, obviamente) y otros tres más como la que ahora viviremos en la montaña olímpica: Foz de Iguaçu, Munich y Los Angeles. Eventos que buscan, ante todo, la difusión televisiva merced a su espectacularidad: de hecho la cadena ESPN es la promotora de este evento. En España podremos ver las imágenes a través del grupo Antena 3, aunque prefiero no hacer cábalas sobre las condiciones y horarios de emisión.
Centrándonos en el Freestyle, cuatro de sus cinco disciplinas estarán presentes en estos X Games, que, por cierto, se vivirán nuevamente en Barcelona en 2014 y 2015. La dinámica de todas ellas es sencilla: hacer una serie de acrobacias para impresionar a los jueces que puntúan las distintas actuaciones. Agresividad, variedad, originalidad… todo vale en aras de la espectacularidad.
La más sencilla de todas, en cuanto a su escenario, que no a su ejecución, es el ‘flatland’, ya que se desarrolla sobre una superficie asfaltada o similar y en que los ‘tricks’ se realizan apoyándose en los distintos elementos de la bicicleta. Es la única que no veremos en Barcelona.

El ‘park’ es una configuración de rampas y otros obstáculos en el que no solo cuenta la ejecución de las distintas acrobacias, sino también la fluidez del paso de uno a otro. Una variante del mismo es el ‘street’, en el que se buscan obstáculos naturales, es decir, los que se pueden encontrar en cualquier calle de cualquier ciudad: escaleras, barandillas, pasarelas, bancos, paredes… El único límite es la imaginación.
La cuarta disciplina es el ‘vert’, que se desarrolla en el clásico ‘halfpipe’, con lo que el componente aéreo se suma a los ‘tricks’ habituales en las disciplinas anteriores. Y ya centrados fundamentalmente en los saltos, el ‘big air’ o ‘dirt jump’, donde tras coger velocidad en una rampa, tienen que superar dos ‘gaps’ para realizar alguno de sus espectaculares trucos.
Y aunque se rumoreó de que el Freestyle podría tener cabida en futuros JJ.OO pienso que no es sino una consecuencia de ese error terminológico antes mencionado. Y en cualquier caso, no me imagino a estas bicicletas en el ámbito olímpico: la espectacularidad de un evento como los Sky Games es la verdadera muestra de su potencialidad, de la realidad de ese mal llamado BMX que es el auténtico Freestyle.

viernes, 10 de mayo de 2013

La pista que nos llega


Aunque ya adelanté el tema hace algunos meses, advirtiendode la brecha Norte-Sur que se podía abrir en la pista, ha sido ahora cuando se han especificado ya de una forma más precisa –aunque aún veremos algunas interpretaciones y modificaciones, estoy seguro, ya que hay bastantes aspectos cogidos con alfileres-  las nuevas normas de clasificación para Copas del Mundo y Mundiales de esta disciplina.

Nadie puede poner ningún pero a la filosofía del proyecto, que es potenciar la competición en los velódromos con un calendario estructurado en tres niveles piramidales: pruebas internacionales, Copa del Mundo y Campeonato del Mundo. Lo malo es que no es realista y una interpretación demasiado rigurosa del mismo puede ser totalmente contraproducente y alejar a bastantes corredores, sobre todo aquellos que no tienen una dedicación exclusiva.. o que pertenecen a naciones de segundo orden.

El primer requisito es que todo país debe inscribir una prueba en el nivel más bajo de este calendario internacional. Y aunque se ha concedido una moratoria hasta el 15 de mayo, a fecha de hoy solo 21 naciones presentan pruebas de las clases CL1, CL2 o CL3, requisito ‘sine qua non’ para estar en el próximo Mundial 2014: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chequia, China, Corea, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Irán, Italia, Malasia, Países Bajos, Polonia, Rusia, Suiza y Tailandia. A esta lista deberíamos unir –en una interpretación más laxa del Reglamento- a México, ya que tiene una prueba del calendario internacional, aunque sea Copa del Mundo, o incluso a Portugal e India, por tener campeonatos continentales. Y naturalmente a Colombia, como organizador del Mundial.

Pero naciones como Argentina, Bielorrusia, Bulgaria, Chile, Cuba, Estonia, Eslovaquia, Hong Kong, Hungría, Irlanda, Japón, Kazajstán, Lituania, Nueva Zelanda, República Sudafricana, Surinam, Trinidad y Tobago, Ucrania, Uzbekistán y Venezuela, presentes en febrero en Minsk, no estarían en el próximo Mundial, calendario y reglamento en mano. Entre ellos, nos sorprende, por encima de todo, la ‘presunta’ ausencia de kiwis y daneses que, hoy por hoy –insisto- no tienen el requisito de la prueba inscrita, supongo que por motivos administrativos.

¿Y para qué sirven estas pruebas, aparte de abrir o cerrar las puertas del Mundial a los corredores de dichos países? Pues para confeccionar una clasificación llamada de elegibilidad y que se establecerá el 10 de septiembre –dos meses antes de la primera prueba- cuyos puntos permiten estar o no en la Copa del Mundo, el segundo escalón del nuevo proyecto UCI. Y es que solamente los corredores que hayan alcanzado 30 puntos (en las pruebas no olímpicas) o 90 (en las olímpicas) tienen el pasaporte para este circuito mundial. E insistimos: sólo valen los puntos obtenidos en estas pruebas, no en el Mundial del año anterior, ya que el objetivo de la UCI es que quien se dedique a la pista, lo haga de forma asidua.

Adiós al vivir de las rentas mundialistas, para bien (una mayor presencia en los velódromos) o para mal (puede ser el adiós de muchos ciclistas que en estos meses dan prioridad a la carretera). Eso sí, en las pruebas por equipos de la Copa del Mundo, equipos UCI y naciones pueden competir sin requisitos previos, ni como estructuras ni en cuanto a los integrantes de las formaciones.

El tercer y último escalón es el Mundial en el que sólo podrán participar los mejores de la Copa del Mundo, según unos límites máximos establecidos, pero siempre que hayan cumplido el requisito de haber estado en dos pruebas de esta competición –en el caso de los velocistas- o una –para las demás disciplinas-… o en todas, en el caso de las pruebas por equipos. Teniendo en cuenta que este año habrá mangas en Manchester (Gran Bretaña), Aguascalientes (México) y una tercera por decidir, pero posiblemente en Europa Oriental, Asia u Oceanía, el coste económico se dispara.

Volviendo con las pruebas por equipos (persecuciones y velocidad, masculina y femenina), el requisito para las naciones -o para los equipos UCI de esa nacionalidad, que también son válidos a estos efectos- es acudir a las tres mangas… y al Campeonato continental correspondiente en todas y cada una de las disciplinas en las que luego pretendan competir en el Mundial. En este caso no hay puntuaciones mínimas, pero sí ese requisito de presencia, con el coste que conlleva. Por el contrario, no hay obligatoriedad para los integrantes de estas formaciones y en el Mundial se puede presentar una cuarteta –si hablamos de persecución- totalmente distinta a la que haya participado en las pruebas clasificatorias ¿Comprensible? A duras penas. ¿Efectivo? Ya lo veremos.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Perico Delgado, Señor de la Bicicleta


Cuando se creó a principios de año la Mesa Nacional de la Bicicleta -la plataforma con representantes de todos los sectores del campo de la bicicleta que pretende fomentar el desarrollo de la bicicleta en España en todos sus aspectos- uno de los objetivos que se planteaban era la creación de la figura del Señor o Señora de la Bicicleta, responsable dentro del Gobierno de España de la coordinación de los diversos ministerios de la promoción de la bicicleta, como ocurre en otros países como en Francia o en Holanda.

Ignoro si algún día tendremos este ‘Defensor del ciclista’, al menos de forma oficial, porque de forma oficiosa ocupa el cargo desde hace tiempo Perico Delgado, aunque sin el aval que necesitaría, obviamente. El ciclista segoviano siempre aparece en cualquier foro en el que es necesaria su presencia en defensa de los ciclistas o simplemente de la bicicleta. Y es de agradecer, ya que por mucho trabajo que realicen asociaciones como ConBici o la propia Mesa, las figuras carismáticas, y si encima van provistas de argumentos sólidos, siempre son de agradecer.


Ayer pasó por el Congreso de los Diputados, donde participó en una mesa de reflexión para tratar de convencer a la Dirección General de Tráfico de que no obligue a los ciclistas a usar casco en ciudad, algo en lo que la gran mayoría de ciclistas urbanos coinciden, ya que esa obligatoriedad sería un elemento disuasorio para fomentar el uso de este medio de transporte, que es lo que se pretende, ¿no?

Y es que no se entiende la obsesión de la DGT por imponer el casco argumentando razones de protección y seguridad por encima de todo. Es curioso que hoy me haya encontrado esta otra noticia, aunque en la edición de papel de ‘El Mundo’, titulada ‘Los peatones: ciudadanos de alto riesgo”, en el que se dice que “cada año, mueren atropelladas en el mundo más de 270.000 personas, lo que supone más de 5.000 a la semana y el 22% del total de fallecidos en accidentes de tráfico”, para añadir que la DGT “acaba de lanzar una campaña invitando a dejar el coche y caminar en trayectos cortos. Es decir, más transeúntes pero, al bajar la circulación, menos expuestos”. Justo el objetivo que pretenden las asociaciones pro-bici. Porque nadie se imagina obligar a los peatones a que anden con chalecos o con cascos argumentando las mismas razones de seguridad.

En fin, no es mi deseo profundizar en el debate, ya que sus razones y sus consecuencias están ya muy claras, a la vista de todos, por muchas obcecaciones oficialistas, y solamente agradecer a Perico –y también a esa multitud de usuarios y luchadores anónimos- su defensa oportuna –que no oportunista- de la bicicleta.

PD: El vídeo que acompaña este texto es de 2010, cuando dimitió de su cargo en el Consejo Superior de Tráfico, otro acto valiente del segoviano.

lunes, 6 de mayo de 2013

Oriani: centenario y heroico campeón del Giro de Italia (De Puccia a Puccio)


Tal día como hoy, pero de hace un siglo, comenzaba la quinta edición del Giro de Italia, que supuso un punto de inflexión en la historia de la ‘corsa rosa’. Y es que en 1913 se desestimó –acertada y definitivamente- el invento del año anterior de que la carrera fuera una competición por equipos y no individual, y ese año fue el último en que la clasificación general se confeccionó por puntos y no por tiempos.

Aunque para muchos ha quedado en la historia aquella edición como el de la aparición de Constante Girardengo, el primer gran ‘campionissimo’ italiano, este Giro 2013 supone el estrellato de un corredor de gloria efímera, Carlo Oriani, que se impuso en reñida lucha a Eberardo Pavesi, que formaba parte de la cuarteta ganadora el año anterior, pero que jamás pudo subirse a lo más alto del podio de forma individual.

Estéticamente eran dos corredores muy diferentes. Pavesi recibía el sobrenombre de ‘L’avocatto’, no solo por su elocuencia, sino por sus maneras elegantes; Oriani, por el contrario, era apodado despiadadamente como ‘Puccia’ (*) –el acto de limpiar el plato con la miga de pan-, lo que evidenciaba sus orígenes humildes.

Y aunque la suya fue una victoria basada en la regularidad no estuvo exenta de momentos gloriosos para un corredor que, desgraciadamente, encontraría la muerte cuatro años más tarde, en un gesto mucho más heroico en el transcurso de la I Guerra Mundial.

Oriani, como el tercer clasificado de aquella edición –Giuseppe Azzini- y un buen número de ciclistas de aquel país, se alistó en los ‘Bersaglieri’, el original cuerpo de infantería del Ejercito Italiano, algunos de cuyos regimientos de desplazaban en bicicleta y que merecen una historia por si solos. ‘Puccia’ –o ‘Pucia’, que lo han escrito de ambas formas- moría el 3 de diciembre de 1917 en Caserta como consecuencia de una bronconeumonía, al atravesar a nado el río Piave, durante la retirada de Caporetto, dicen que ayudando a un compañero. Frío y falta de antibióticos contribuyeron al fatal desenlace, cuando apenas tenía 29 años de edad.

Sus restos mortales descansan en la zona ilustre del cementerio de Sesto San Giovanni, pero su memoria sigue viva, incluso en Facebook, donde he encontrado que dentro de pocos días se inaugurará en su localidad natal –Cinisello Balsamo, en la provincia de Milán- una muestra sobre este centenario campeón.

(*) Cien años después, el liderato ha pasado de ‘Puccia’ a (Salvatore) Puccio. ¡Qué coincidencia!

domingo, 5 de mayo de 2013

‘El último kilómetro’: ciclismo y sólo ciclismo


El inicio del Giro de Italia ha servido como recordatorio –al menos a mi me han enviado el correspondiente e-mail- de una producción en vídeo realizada hace algunos meses –se estrenó en noviembre- que tiene como escenario una temporada ciclista.

‘El último kilómetro’ –‘The last kilometer’- está enteramente dedicado a  nuestro deporte con cuatro protagonistas muy distintos: ‘El viejo’, Davide Rebellin, que no necesita presentación a sus 41 años; ‘El joven’, Inazio Moser, hijo del mítico campeón transalpino; el periodista Gianni Mura, ‘el seguidor’ del Tour de Francia desde 1967 y autor de ‘Fiamma Rosa’, y el ‘loco’, el Diablo, Didi Senft, otro personaje irrepetible. Junto ellos, otros ilustres secundarios como el propio Francesco Moser o Cadel Evans.

Paolo Casalis –que ya ha producido otras obras similares de otros deportes- es al director de este documental, de 50 minutos, que se acompaña de un libreto que podéis ver también en este enlace.


A la espera de que la recién nacida librería on-line ‘Libros de ruta’ aumente su notable oferta editorial con vídeos, podéis comprarlo directamente en su web o también en Amazón.