miércoles, 6 de julio de 2011

Rojas y verdes

Durante la presentación ayer de la Vuelta a Madrid –en un magnífico paraje junto al Pantano de San Juan-, nos lamentábamos de la escasa repercusión social que tienen nuestros grandes ciclistas en comparación con otros grandes campeones de tiempos no demasiados lejanos. O dicho de otra forma, la diferencia que puede tener en el trato mediático y popular un Alberto Contador respecto a un Miguel Indurain. Claro, que a mí me duele más aún el olvido que hay con respecto a un Oscar Freire que en otro país estaría en los altares.

Por ello, me agrada sobremanera el interés con el que se está siguiendo la lucha que está manteniendo desde hace tres días el murciano José Joaquín Rojas con el maillot verde. Y sobre todo su reflejo en los medios de comunicación… que ojalá trascienda a la calle. Hoy lo ha salvado por un puntito de nada, pero el resultado de esta batalla lo veremos el 24 de julio en París. Bueno, no exactamente: hay que analizarlo día a día ya que por esos extraños reglamentos de la UCI, cada día que vemos a Rojas en el podio equivale casi a una victoria en una prueba por etapas menor. Y no me refiero a la publicidad, sino a ese incomprendido e incomprensible baremo de méritos deportivos.

Hoy el Diario Vasco nos traía un interesante reportaje sobre la figura de José Joaquín en comparación con la de su malogrado hermano Mariano, con la ayuda del hombre que ‘descubrió’ a ambos, Manolo Saíz, aunque el director cántabro no desvela todo lo que hizo por el pequeño tras el fallecimiento del mayor, para que pudiera plasmar ese ciclista que llevaba en la sangre.

Sin embargo, lo que verdaderamente quiero recordar son dos manifestaciones efectuadas por el de Cieza este mismo año. Por un lado, a principios de temporada, cuando declaraba que "llevo unos años dando al palo y éste tiene que ser el gran salto como corredor". Pero por otro, lo que reconocía en la rueda de prensa posterior a los Campeonatos de España que ganó hace diez días en Castellón: "Siempre he dicho que no solo era un esprinter. Me siento más como un ciclista para carreras de un día como la de hoy y espero seguir mejorando en este aspecto”.

Y aunque hoy hayamos vibrado con él en esta llegada en Cap Frehel en la que sólo le han batido dos monstruos de la talla de ‘Cav’ y Gilbert, y que durante estas dos semana y medias le veamos en esa lucha por el punto a punto, en finales y sprints intermedios, el verdadero objetivo de Rojas es conseguir victorias en clásicas de todo tipo. La comparación con Jalabert no resulta descabellada, ni mucho menos.

Pero tampoco debemos olvidarnos de otras declaraciones del murciano, aunque algo más antiguas. “He corrido cuatro mundiales, dos en juveniles y dos en amateur, pero nunca he sido seleccionado como profesional”. En Copenhague debe ser uno de los fijos.

Nota: Justo en el momento que acabo de subir este post, me entero de la descalificación de Rojas en el sprint intermedio y, por tanto, la pérdida del maillot verde a manos de Gilbert. En fin, lo sucedido no debe cambiar ni una coma del espírutu de este texto. 

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