lunes, 25 de octubre de 2010

De Vuelta a Chihuahua

Desde 2006, he reservado algo más de una semana de mis vacaciones para desplazarme a Chihuahua, ese estado mexicano limítrofe con los Estados Unidos, de un tamaño ligeramente inferior a España, y desgraciadamente más conocido en nuestro país por sus problemas –menos de los que se revelan- que por sus bondades –muchas más de las que se conocen-. Y en donde una serie de casualidades –el destino- y habilidades –el tino- llevaron a poner en marcha, desarrollar y consolidar una de las carreras ciclistas más importantes de toda Hispanoamérica, una Vuelta con un bien ganado prestigio en el otro lado del Océano, una carrera 2.1 con vocación de fuera de categoría… y mucho más.

En los cuatro años anteriores he vivido grandes momentos, tanto en la carretera como fuera de ella, con personas y lugares inolvidables que prefiero no repetir para no olvidarme injustamente de nada ni de nadie. Pero que desde luego recordaré algún día.

Este año, sin embargo, la estancia en Chihuahua fue más cortina, apenas 24 horas: llegar el sábado por la noche desde España, vía México DF, dormir escasas horas entre ajetreos y ‘jet lag’, organizar una prueba sustitutoria, y decir adiós el domingo por la tarde. La razón, el cambio en la cúpula del Gobierno chihuahuense, con la entrada de César Horacio Duarte Jáquez en lugar del inolvidable José Reyes Baeza Terrazas, el hombre que apostó por el ciclismo, el alma máter de esta aventura, y que dejaba el cargo sin posibilidad de reelección, tal y como prevé la legislación mexicana.


Con este cambio –el nuevo equipo tomó posesión hace menos de un mes-, no había tiempo de preparar una ronda tan complicada desde el punto de vista logística como la de Chihuahua, pero había aún ganas de ciclismo y se apostó por un criterium en las calles de la capital del Estado, eso sí, con una pléyade de figuras que jamás se había visto en esta parte del mundo: los hermanos Schleck, Ivan Basso, Alexander Vinokourov, Roman Kreuziger, Alexander Kolobnev, Peter Sagan, Samuel Sánchez, Iván Gutiérrez… Ni que decir tiene que el público disfrutó en estas dos horas de fiesta… e incluso el propio Gobernador, que siguió varias vueltas en moto e incluso hizo un hueco en su apretada agenda para quedarse hasta el final.

En fin, hasta pronto Chihuhua, y ya soñamos con estar de Vuelta en 2011.

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