sábado, 10 de abril de 2010

Profesionalidad e inglés

Una de mis primeras actividades diarias es repasar las ediciones digitales de los principales medios informativos, con una especial mirada al mundo del ciclismo, así como los blogs que tengo de referencia, ya sean ciclistas o generalistas, incluyendo esa magnífica iniciativa llamada meneame.net; no es algo, sin embargo, exclusivo de ese momento cuando comienza a clarear sino que se repite varias veces a lo largo del día. En el caso de la búsqueda de contenidos ciclistas, estas fechas son ideales ya que todos los medios vascos se vuelcan en publicar informaciones de todo tipo para complementar la información que dan de su carrera, la Euskal Herriko Itzulia o Vuelta al País Vasco, y que constituyen una importante fuente de conocimientos. Algo similar ocurre durante el Tour o la Vuelta.

Y entre todos los artículos que he leído estos días, el que más me ha hecho reflexionar ha sido una entrevista con Viatcheslav Ekimov, el fenomenal rodador post soviético y actual director del RadioShack de Lance Armstrong. En concreto el siguiente párrafo: «La mentalidad americana es la más sencilla del mundo: si trabajas con profesionalidad y hablas inglés, ya está. No hace falta más. Me siento bien con eso. En el equipo funcionamos así. Para estar en el equipo cada uno tiene que aportar lo mejor que tiene. Con eso basta». Tanto me ha gustado que aparte de enseñarselo a mis hijos, y darle varias vueltas, me ha llevado a escribir este post.

Aquí en España hablar inglés es un lastre que arrastramos toda una generación –y que tardará años en corregirse por la escasa responsabilidad social de las autoridades educativas, que no quieren adoptar el sistema formativo bilingüe, fundamental hoy en día-. En mi caso, es mi segunda actividad matinal, que me cuesta mucho dinero, tiempo y esfuerzo, aunque con resultados cada vez más satisfactorios.

Es la mención a la profesionalidad lo que más me preocupa, ya que aquí no sólo no es una ventaja, sino que en muchas ocasiones es hasta perjudicial. Ser profesional, entre otras consecuencias, contribuye a hacer tu trabajo más fácil y con mejores resultados para los demás, pero hasta tal punto que esa ‘sencillez en los procesos y en los fines’ provoca numerosas envidias, que al final redundan negativamente no en tu desempeño, aunque sí en las condiciones del mismo. Más grave aún es que haya ‘valores’ como el peloteo, el compadreo, la sumisión, el correveidilismo, la capacidad de medrar o la ostentación que son más apreciados y valorados desde el punto de vista profesional.

Incluso un valor tan positivo y español como la creatividad o la imaginación, con lo que conlleva de originalidad también está repleto de matices negativos si ello supone divergir del ‘pensamiento único’, de lo que piensa el ‘líder’, sin olvidarnos tampoco de que muchas veces esta creatividad ha surgido por necesidad, por la falta de una planificación previa, olvidando lo que decía Thomas Alva Edison de que consta de un 99 de transpiración y un 1% de inspiración.

En fin, no me extiendo más, pero antes de ello quiero hacer referencia a otra entrevista, a Bradley Wiggins, ésta de hoy: «Lo anglosajón aporta al ciclismo una forma de pensar más moderna».

5 comentarios:

  1. Don Luís, excelente entrada. Ah...!! y no es peloteo, eh!!

    Saludos
    Carmelo Esteban

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  2. Increible, lo que uno es capaz de reflexionar por las mañanas, sigue levantandote pronto Luis por favor.
    Un abrazo
    Pascual Casañ

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  3. A propósito de la profesionalidad, cuando esta, está mal vista e incluso "molesta" (por los motivos que sean), es cuando deseas que estas personas, fuesen tratadas con los mismos valores que potencian, es decir: que el camarero les derramara encima el café, que en el taller les revisaran de cualquier manera los frenos del coche, e incluso,que ante una situación delicada para ellos, por ejemplo en un quirófano, el cirujano no fuese lo suficientemente profesional.

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  4. Y la que nos viene encima con las discriminaciones positivas por razón de sexo e incluso raza. En pocos años nos echaremos las manos a la cabeza.

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  5. La verdad,que envidia ver gente tan profesional en el ciclismo,que manera de hacer las cosas bien,ojalá en España nuestra Real Federación tomara ejemplo, porque de Real tiene más bien poco. y no es solo cuestión de dinero y presupuestos.

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