miércoles, 29 de diciembre de 2010

Estas Navidades… ¡ponga una bicicleta en su vida! (continuación)

Hace algunas semanas, el Tío del Mazo nos hacía esta recomendación navideña, ¡ponga una bicicleta en su vida!, en un artículo en el que plasmaba seis motivos para regalar una bicicleta. Por salud, como experiencia, como medio de transporte… y todos los que cada uno quiere añadir. Una bonita iniciativa que, lamentablemente, es insuficiente.

Por todo ello, y como complemento a lo anterior, me gustaría pedir a los Reyes Magos –si nos queda algo de ilusión, o simplemente a los poderes públicos, si somos más prosaicos- otros seis regalos, para que el uso de la bicicleta no fuera

1. Las mayores facilidades posibles para el traslado de la bicicleta en otros medios de transporte (tren, metro, autobuses, avión…), de los que es perfectamente complementaria. Y en todo caso, y especialmente en el transporte aéreo, con un coste gratuito o meramente simbólico.

2. La creación de estructuras específicas para el traslado en bicicleta, bien mediante carriles bici compatibles con peatones y automóviles, bien mediante espacios prioritarios o exclusivos en determinadas franjas horarias. Todo ello complementado con infraestructura para el aparcamiento de las bicicletas (y no tener que recurrir a las vallas o farolas, lo que tanto molesta en algunos Ayuntamientos).

3. Un sistema –o sistemas- de alquiler de bicicletas en las principales poblaciones españolas que sea efectivo y cómodo para los ciudadanos y que disuada definitivamente a usar el automóvil. Si en las principales poblaciones de países como Dinamarca y Holanda la gente lo usa, ¿Por qué no en España, con mejor climatología?

4. Educación y respecto de los automovilistas –mediante campañas publicitarias y de concienciación- con respecto a los ciclistas para que se termine definitivamente con ese sentimiento que muchos tienen de exclusividad en el uso de las calles y carreteras y naturalmente para terminar con la mentalidad de algunos que ven a la bicicleta como un obstáculo y una máquina de pobretones.

5. Un poco de sentido común para algunos ciclistas para que también respeten las normas y a otros usuarios del asfalto urbano –peatones- y no contribuyan con sus infracciones a crear un mal ambiente para con la bicicleta. Bastante tenemos con otras razones.

6. Un esfuerzo a la sociedad para que recuerde que el ciclismo es, ante todo, una práctica deportiva, de ocio, de salud y que se nos deje de asociar con esa imagen negativa –cierta, pero minoritaria y parcial- que se ha generado en los últimos años.

Ponga una bicicleta en su vida, pero pongamos también todo lo necesario para usarla y disfrutarla.

domingo, 19 de diciembre de 2010

La cara B de las ciudades desde una bicicleta

El pasado mes de agosto os recomendaba media docena de narraciones ciclistas veraniegas, una sugerencia que, varios meses después, es perfectamente válida para vosotros o para quedar bien con algún amigo ciclista y aventurero estas Navidades, aunque probablemente algunos de estos libros ya no se puedan adquirir fácilmente.

A esta lista me gustaría añadir una nueva recomendación, ‘Diarios de Bicicleta’, de David Byrne. El hecho que esté escrito por un músico, antiguo líder del grupo Talking Heads, no deja de ser una anécdota, ya que en el autor de esta narración nos encontramos a un artista polifacético, pero sobre todo a una persona observadora, preocupada por el mundo en el que vive, que reflexiona sobre muchas cuestiones de actualidad, desde su propia curiosidad y el descubrimiento cotidiano, no desde la altura de una cátedra.

Y este descubrimiento surge del uso de su bicicleta, una modesta máquina plegable que, desde hace muchos años, le acompaña por sus viajes a través del mundo. Con ella recorre ciudades como Berlín, Estambul, Buenos Aires, Manila, Sydney, Londres, San Francisco o Nueva York, donde reside, mostrándonos el lado humano de estas urbes desde ámbitos tan distintos como el arte, la fotografía, la arquitectura, la música, la moda, el urbanismo, la sociología… y con la mayor o menor facilidad del uso de la bicicleta como hilo conductor de las distintas narraciones. Byrne nos presenta la ‘cara B’ de las ciudades, como he leído en alguna crítica de esta obra, que curiosamente me atrajo más por su portada simple y llamativa que por el conocimiento previo que tenía de la existencia del libro o del autor. Obviamente no es una narración de ciclismo, ni siquiera de bicicletas, en sentido estricto, pero es una forma de compartir una utilidad más para las bicicletas, por mucho que nuestros gobernantes no sepan entender esta faceta urbana de una máquina polivalente.

Hojearlo y ojearlo me llevó rápidamente a la decisión de comprarlo, aunque para aquellos más osados, existe la opción de adquirirlo en su web en formato audiolibro, en inglés, narrado por el propio Byrne. Eso si, olvidaros de la opción e-book en castellano.

PD: Quiero dedicar este post a otro fanático de la bicicleta plegable, Enrique, para que siga descubriendo el mundo así.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Ciclismo con entrada o sin salida

Podría escribir largo y tendido sobre las declaraciones del presidente de la UCI, Pat McQuaid, que en una entrevista en el periódico francés L’Equipe se ha dedicado a repartir estopa a diestro y siniestro contra sus enemigos habituales. Posiblemente no le falte razón en muchos de sus planteamientos, aunque me gustaría ver plasmados sus planes de una forma más racional y moderna, y tras un verdadero diálogo entre las partes, no sólo justificada en base a la mundialización –un concepto ilusionante pero vacío- y bajo de la fórmula habitual imposición, de la política de hechos consumados.

Pero no, no voy a escribir de un irlandés sino de un vasco, de nombre Patxi Mutiloa y de cargo director de Deportes del Gobierno de Euskadi, quien ha planteado la necesidad de abrir una reflexión para que los aficionados al ciclismo contribuyan económicamente al mantenimiento de estos eventos, por su alto coste, que en gran parte sale de las arcas públicas, a través de Ayuntamientos, Diputaciones o Comunidades. El gobernante vasco se ha preguntado "hasta cuándo se podrá sostener este sistema, mientras el aficionado que ve el espectáculo no aporta absolutamente nada".

La verdad es que la cuestión tiene bastante miga y más en una situación de recorte absoluto de aportaciones públicas a todos los niveles. Y el deporte no iba a ser una excepción. No voy a ser yo quien me ría de esta reflexión –que ni siquiera es aún una propuesta-, aunque sí me gustaría ver la verdadera viabilidad de esta medida como financiación del deporte, del ciclismo en particular.

Evidentemente, si nos referimos a que los espectadores que acceden varias horas antes de que corten las carreteras, que se quedan muchos minutos en las cunetas –ateridos de frío o achicharrados de calor, pero siempre creando ambiente y haciendo amigos, es la verdad- para ver pasar a sus héroes durante unos pocos segundos, la medida es de auténtica risa y un verdadero insulto a estos aficionados con mayúscula, que no existen en casi ningún otro deporte –excepción hecha quizá de los rallyes-. Y desde luego, irrealizable: ¿vamos a poner peajes a pie de puerto o una moto de control que vaya cobrando entradas y vendiendo bocadillos? No me lo imagino, sinceramente.

Pero si nos referimos a otros eventos, la idea no sólo no es descabellada, sino que es incluso habitual, por lo que Mutiloa no ha descubierto el fuego. En los grandes eventos de ciclocross se cobra entrada, aunque el espectáculo nos permite seguir a los ciclistas muchas veces y en varias carreras de distintas categorías, en un ambiente de verdadera fiesta que justifica el desembolso. Incluso en Euskadi, las mejores organizaciones como Igorre o Asteasu, piden una aportación voluntaria a los espectadores… y éstos contribuyen sin problemas. En el BTT, por el contrario, la aportación es de los corredores, quienes pagan por participar, en una práctica que muy pocos se plantean suprimir. Duplicarla, haciendo pagar a los espectadores, en su mayor parte familiares de los participantes, parece excesivo. En cuanto a la pista, el problema de los velódromos –en España, no fuera, donde unos Seis Días, por ejemplo, son una fiesta- es que ni siquiera se llenan cuando la entrada es libre. Así que ¡de cobrar ni hablamos!

Nos queda el caso de los finales de pruebas en carretera, donde podemos aplicar cualquiera de las dos opciones: por una simple llegada y una ceremonia protocolaria, vista siempre desde lejos e incluso con el obstáculo de las vallas, es incongruente cobrar nada. Para el nuevo sistema de ‘pay per view’, habría que pensar no sólo en una estancia más confortable –gradas, atenciones…- que justificase el precio pagado, sino sobre todo en un espectáculo más duradero, como sucede en Campeonatos del Mundo, por ejemplo, donde se ve el paso de los ciclistas entre quince y veinte veces. Es decir, carreras en circuito, como también se han hecho este año, y con gran éxito, en Canadá. ¿Alguien se atreve a probar?

sábado, 11 de diciembre de 2010

Apestados

Es una lástima que el vocablo castellano apestado –en su acepción de contagiado por la peste- se diga exactamente igual en gallego, ya que me iría de perlas un vocablo más ‘galego’ para titular este post. No obstante, su inexistencia no afecta de ninguna forma ni a su contenido, ni mucho menos al reconocimiento que quiero hacer a ese grupo de profesionales –deportistas y auxiliares, casi en su totalidad gallegos- que, a fecha de hoy, tienen un futuro muy negro –más bien su presente, dada las alturas de año en que nos encontramos- simplemente por haber estado expuestos a un mal: el mal sitio, en el mal momento. Por estar, como están viviendo, apestados. Que lejos queda ya aquel inicio del mes de septiembre cuando eran unos verdaderos héroes por su comportamiento en el campo de batalla.

Con el nombre genérico de peste se conocen a distintas enfermedades infecto-contagiosas, entre las que se destaca la peste negra o bubónica, que asoló Europa en el siglo XIV, causando la muerte de más de un tercio de la población. Ratas y pulgas actuaron como vectores para el contagio, del que no se libró ninguna clase social: la nobleza pensaba que, simplemente por serlo, era inmune al mal, cuando en las despensas de sus castillos pululaban los mismos roedores infectados que en las cloacas de las incipientes ciudades. Otros creyeron que la forma de evitar la enfermedad era la huida: y con este comportamiento la peste fue, geográficamente hablando, más desvastadora aún.

Algunos deben temer que la historia se repita. Y creen que lo mejor es dejar a nuestros ‘apestados’ en casa, que no emigren, pensando que pueden contagiar otro mal que no sea el de su combatividad. ¿Verdad Serafín, verdad Gonzalo? O el de sus ganas de labrarse un porvenir, ¿no es cierto Marcos, José Antonio? O incluso sus resultados, ¿miento, Gustavo? En fin, ya tenemos una segunda generación de apestados tras aquellos que se quedaron en el limbo jurídico, en aquel Puerto.

En gallego, en cambio, existe otro vocablo, de origen portugués, ‘fedorento’ que se corresponde con la acepción de apestado como sinónimo de apestoso. Y que haya ciertas historias ‘fedorentas’ en Galicia, no quiere decir que nuestros protagonistas lo sean, aunque ya les hayan colgado la campanilla –como a los afectados por la otra gran enfermedad medieval, la lepra- para avisar de su presencia e implorar la caridad.

Imagen: “El triunfo de la muerte”, una de las obras más conocidas del pintor flamenco Pieter Brueghel ‘El Viejo’.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Ciclocross: las comparaciones son odiosas

No fue muy oportuna la columna de Juan Mora en As del pasado lunes, con el título de ‘El ciclocross aún sobrevive’. Sin duda su admiración por la ‘supervivencia’ de esta disciplina invernal se justifica en que no ha estado en Mundiales como el de Hooglede-Gits (2007) o el de Hoogerheide (2009), ya que la masiva presencia de millares de espectadores -y pasando por taquilla- le habría hecho cambiar para siempre su apreciación de esta modalidad, que está muy lejos de ser mortecina. O de un reducto. Al menos en Europa.



Tampoco se puede calificar de acertada su comparación con el BTT: es cierto que a nivel de ocio, o como simple transporte, montarse en una bicicleta de carretera para ir por el monte es algo obsoleto e incomprensible; pero la práctica deportiva del ciclocross no tiene que ver mucho con la del mountain bike, ni en técnica ni en esfuerzo, aunque lógicamente haya interconexiones entre los practicantes de ambas disciplinas, lo mismo que hay muchos carreteros –no tantos como nos gustaría- que las compatibilizan. Pero lo que quizá no sepa es que las tres grandes estrellas mundiales del ‘barro’ proceden… del BMX.



En lo que no entra dicho artículo es que el ciclocross, al menos en España, compite en absoluta inferioridad de condiciones por la única y exclusiva razón de que no es olímpico. Y ello supone ausencia de becas y otro tipo de ayudas… y en su consideración de deporte de segunda o tercera categoría. Si desde el COI se tuviera una visión más moderna del deporte, que no descartase del programa olímpico invernal a aquellas manifestaciones que no son de nieve o hielo, el ciclocross tendría un hueco en los Juegos. Y otra consideración. Al menos en España.



Finalmente se hace mención a que quedan pocos practicantes, cuando en los últimos años se ha registrado un significativo aumento en cantidad –en todas las categorías- como en calidad –sobre todo en élite con los duelos entre los Larrinaga, Suárez, Murgoitio, Hermida y compañía-. Desgraciadamente sirve de muy poco y la supervivencia está en entredicho, pero por otros motivos, puesto que las dos carreras más importantes de nuestro país están en serio peligro de desaparición, si los poderes públicos y los patrocinadores no lo remedian. Quizá dentro de un año, Mora opte por escribir: “La suspensión de Igorre y Asteasu condena a muerte al ciclocross”.

martes, 7 de diciembre de 2010

Una hora y media de las que te enseñan y animan

Después del mal sabor de boca que me habían dejado las conclusiones que se sacaron en otro foro en el que estuve recientemente, en el que se daba primacía a las comunicaciones e informaciones en papel sobre las de Internet, “porque no todo el mundo lo tiene”, acudir ayer a disertar sobre comunicación e imagen, nuevas tecnologías y, en definitiva, redes sociales, fue un verdadero placer.

Ni que decir tiene que cuando me lanzó la idea el seleccionador de juveniles. Félix Ugalde, no tardé ni un segundo en confirmarle mi presencia aunque por aquello de hacer la experiencia más abierta, ‘lié’ a Dani Sánchez, de BDS Sport, uno de los ‘chavales’ –y lo digo por su condición de veinteañero, identificado en edad con buena parte del auditorio- con mayor conocimiento en estos temas y los que hacen que los ‘seniors’ como yo tengamos que realizar el esfuerzo –agradable y necesario, por otro lado- de adaptarnos a las nuevas tecnologías comunicativas. Sin duda, estos últimos diez o quince meses han sido plenamente fructíferos para mí en el aprendizaje, conocimiento y aprovechamiento de unas herramientas que para muchos son una moda pasajera o un juguete, aunque para buena parte de los jóvenes sea el día a día. No ya el futuro, sino el presente. Y en este sentido, y como manifesté ayer lunes y repetiré hasta que no conozca algo mejor, Twitter es el mayor avance en comunicación desde hace muchas décadas.

El foro, como podéis imaginar, fue la concentración de pretemporada de la selección juvenil en Segovia. Y junto a los mejores juniors nacionales, un buen número de ciclistas, ex ciclistas y simples aficionados de la Peña Irati, deseosos de transmitir sus conocimientos, pero también de adquirir nuevos. Porque, sin duda, lo más bonito que tiene la vida es que nunca es tarde para aprender: solamente cuando renuncias a lo nuevo –por ejemplo, Internet-, sin causas justificadas, es cuando están envejeciendo. Y desgraciadamente en el ciclismo sobran viejos. Pero, afortunadamente, no faltan jóvenes.

En fin, una hora y media de las que te marcan, de las que te enseñan, y de las que te animan a nuevos proyectos, de los que ojala os pueda hablar en un futuro próximo.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Tampoco he descolgado el maillot arco iris en 2010

Hace un año, aproximadamente, os contaba la historia de mi maillot de campeón del mundo que tengo colgado en casa, en el que están las firmas de los 25 españoles que han logrado alguna vez investirse con la preciada prenda arco-iris… excepto aquellos vencedores en trial, que podrían completar varias camisetas ellos solos.

Tras contar someramente la génesis de aquel jersey, terminaba el artículo diciendo que veía a muy pocos españoles con opciones de vestir este maillot a corto plazo, y concretamente citaba a tres corredores. Desgraciadamente, en este sentido, las posibilidades son menores ahora mismo, de cara al 2011: Alejandro Valverde, un valor siempre sólido en carretera, no tendrá opciones siquiera de intentarlo hasta un año más tarde por su injustificada y tardíamente aplicada sanción; Eloy Teruel, al que le veía como un valor sólido en puntuación, no tuvo su año en 2010 y ahora en esta nueva temporada se orienta más hacia un omnium donde sus opciones son menos sólidas. Tan sólo Leire Olaberria nos hace ser optimistas de cara al futuro, viendo sus recientes ‘performances’ en el Europeo de Pruszkow y en la Copa del Mundo de Melbourne.

Haciendo excepción nuevamente del trial, el único español que este año se ha proclamado campeón universal ha sido José Antonio Hermida, ¡y de qué forma!, logrando el éxito que perseguía desde hace muchos años… aunque no cuenta a los efectos del susodicho maillot, ya que su firma ya estaba estampada, en su condición de campeón junior, sub-23 y tres veces por relevos.

Sin embargo, no soy pesimista, todo lo contrario, ya que muchos jóvenes se han acercado a las posiciones de honor en eventos al más alto nivel, principalmente en carretera y pista. Los nombres de los sub-23 Jesús Herrada y Juanjo Lobato, en el top ten mundialista de carretera son un claro ejemplo… aunque ninguno de ellos podrá reintentarlo en 2011: el conquense por su condición de ProTour; el gaditano, por rebasar la edad. Y en pista, Tania Calvo –sobre todo- y Gloria Rodríguez pisaron podios internacionales… pero el año que viene dejan de ser juniors. A nivel europeo brillaron también los sub-23 Sebastián Mora o Airán Fernández, pero los Mundiales absolutos son palabras mayores.

En fin, falta ya muy poco para que se inicie el próximo curso ciclista –ya iniciado en pista y el ciclocross, donde no existe opción pese al progreso de la disciplina- y a falta de nuevas firmas, por lo menos que Hermida le coja gusto y –con bigote mexicano o sin él- repita en Champery; que Oscar Freire se pueda retirar con ese cuatro maillot que le haría entrar en la leyenda en un circuito en el que ojala afronte bien la única subida, la del podio; y que sí se confirme la entrada de Leire Olaberria en este selecto club: la guipuzcoana, por trabajo, ilusión y clase, se lo merece.

martes, 23 de noviembre de 2010

Un bonito homenaje para una magnífica temporada de un biker genial

Bonito homenaje de Merida Deutschland al genial José Antonio Hermida por su magnífica temporada 2010. Sobran las palabras con estas bellas imágenes.

lunes, 22 de noviembre de 2010

La UCI se ha hecho de rogar para anunciar lo esperado

Llevaba todo el día pendiente de la página web de la UCI a ver si hoy –dos días después del plazo inicialmente anunciado del 20-N- se determinaban finalmente los equipos UCI Pro Tour para 2011. Incluso ya había escrito un post pensando que hoy lunes sería otro día perdido, ya que las siete y pico de la tarde era una hora ya demasiado tardía para pensar en novedades procedentes de un país tan poco noctámbulo como Suiza.

Pues bien, colgar el post, en el que pedía un poco más de seriedad en esta ‘selección’ a falta de apenas dos meses para el inicio de la temporada Pro Tour, para comprobar que la UCI acaba de anunciar la relación de los 18 equipos, de la que han quedado fuera, como su rumoreaba desde la pasada semana, el Geox-TMC y el Cofidis. Y a rescribir la historia.

En el caso de los ‘zapateros’ no deja de ser una paradoja que en esta temporada con un bloque bastante limitadito hayan estado en las tres ‘grandes’, pero con un nuevo patrocinador, de los importantes –por dinero e interés-, con un proyecto serio y de futuro, y con una interesante nómina de corredores, entre ellos Carlos Sastre y, sobre todo, Dennis Menchov, ‘bronce’ en el último Tour, se hayan quedado fuera de la primera división, como la UCI ha comenzado a llamar a este coto cerrado. Y teniendo en cuenta que las invitaciones para la ronda francesa están imposibles, mucho me temo que Geox va a tener que apostar por el Giro de Italia, siempre que lleve a sus dos ‘capi’, y por la Vuelta, que no puede permitirse el lujo de prescindir de ellos.

El problema para el equipo de Gianetti es saber si en 2012 podrá tener la licencia UCI Pro Tour ya que la mayor parte de los equipos que han sido confirmados por el máximo organismo mundial lo serán por lo menos por dos temporadas, aunque en este galimatías organizativo no se sabe si lo que hoy es válido mañana lo seguirá siendo. En fin… tal y como decía el bueno de @danibici con optimismo, “vamos a ser el mejor equipo de la categoría. Seguro”. Al mal tiempo, buena cara.

Pero ni siquiera los dieciocho elegidos saben con total seguridad si tendrán plaza para las tres ‘grandes’, ya que se desconoce aún de que forma más o menos vinculada a la relación de la UCI se dilucidarán. Y es que una hipotética exclusión del Tour de Francia –por ejemplo-, después de haber realizado una fuerte inversión en mantener o reforzar una plantilla, y haber conseguido estar en primera división cumpliendo unos requisitos draconianos, puede desanimar al patrocinador más ilusionado. Y el ciclismo no se puede permitir estas frivolidades.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Otra vez más, ¿para cuando un Mundial de Fórmula 1 ciclista?

No pudo ser. Fernando Alonso tendrá que esperar –al menos un año- para lograr el tricampeonato mundial de Formula 1. Las mayores posibilidades –y ciertas- que tenía en base a su mejor puntuación se diluyeron ante la realidad –inapelable- de la potencia de los Red Bull, que, además, le hicieron morder el cebo de quien importaba era Mark Webber, poniendo en bandeja el título a Sebastián Vettel, aparte de otras circunstancias menores de carrera que, aunque alguno quiera sobrevalorar.

Confieso que he seguido la retransmisión en vilo, aunque sin dejar de tuitear con el ordenador, exasperado ante el exceso de publicidad de La Sexta, centrado en el aspecto competitivo, pero sin dejar de fijarme en otros puntos de interés extra deportivo. Sólo he desconectado una vez que todo había terminado, empapado de ideas sugerentes.

Y una vez más, como lo hacía el pasado mes de mazo, preguntándome, realmente preocupado, ¿por qué el ciclismo no es capaz de imitar este sistema de competición, como eje del calendario, aunque siguieran existiendo Giro, Vuelta y Tour, pero se acabase de una vez por todas con ese UCi Word Tour o como se quiera llamar? ¿Por qué?

martes, 9 de noviembre de 2010

No sabe pero contesta

Ya no recuerdo –si alguna vez lo he sabido- qué humorista inventó o popularizó el “No sabe pero contesta”, en base a la última opción que aparece en las encuestas con el NS/NC para cuando no tienes o no quieres dar a conocer tu opinión. Pero lo cierto es que esta posibilidad resume bien a las claras el comportamiento de muchos de nuestros compatriotas que creen que lo ‘obligatorio’ es expresar una opinión, aunque no tengan elementos de juicio suficientes para hacerlo, sobre todo cuando se encuentran delante de la alcachofa de un medio informativo o frente a la pantalla de un ordenador un casillero del tipo “Queremos saber tu opinión”, sobre todo si la respuesta es anónima, como suele suceder.

Mucho más grave es el comportamiento científicamente comprobado de que los hechos no forman nuestra opinión, sino que la confirman. Me explico: una vez que tienes una idea, aunque sea preconcebida, solamente buscas las informaciones o valoraciones que la confirman, que la refuerzan, aunque sean una minoría, descartando el resto de datos, de hechos o de opiniones que podrían oponerse a ella. De ahí los prejuicios.

Viene toda esta parrafada a tenor de la sarta de estupideces que estoy oyendo en relación con el caso Contador. La lógica falta de información pública que exigen estos procedimientos en cuanto se incoan o las diferencias existentes entre una reglamentación exclusivamente deportiva que tiene la UCI con una legislación generalista, como es la del Estado español, tampoco contribuyen a clarificar las cosas.

Lo cierto es que son muchos, demasiados –incluso algún ilustrado-, los que no saben, pero contestan, aunque sus respuestas, en su mayoría, se pueden clasificar en dos tipos: Los que piensan que el ciclismo es un deporte de dopados ya han condenado al madrileño; los de la tesis “en el extranjero nos tienen envidia”, seguirán hablando hasta el final de confabulaciones judeo-masónicas.

En fin, yo no lo tengo nada claro, luego no contesto.

domingo, 31 de octubre de 2010

Cancún, última escala de la estancia en México

Con el Cancún Cycling Challenge terminaba ayer de forma oficial –hoy de forma real, con el regreso a España- nuestra estancia en México. Se trataba de una marcha ciclista en la zona de Puerto Cancún -una de las zonas de desarrollo de esta localidad caribeña, con viviendas de alto standing, con puerto deportivo y amarres incluso junto al porche de cada vivienda, aunque todavía con mucho suelo por cubrir; por algo la crisis es universal- para recaudar fondos para la Cruz Roja local.

La mayor parte de los ciclistas que estuvieron en Chihuahua tomaron parte en esta ‘rodada’, que al final quedó reducida a poco más de 50 kilómetros, con varios centenares de ciclistas anónimos que quisieron sumarse a esta iniciativa de la Oficina de Visitantes y Convenciones de Cancún, de Puerto Cancún y de la Asociación de Ciclismo de Montaña de Cancún, para rodar al lado de Alexander Vinokurov, de Roman Kreuziger, de Alexander Kolobnev, de Peter Sagan, de Iván Gutiérrez, de Xavier Tondo, de Beñat Intxausti o de Paco Mancebo, entre otros. Junto a ellos, aunque no de corto, Alejandro Valverde que tras la grata impresión que dejó el año pasado, fue invitado ex profeso por la organización local, para dar el banderazo de salida.

Y aunque no había competición, más de uno se empleó con ganas, como forma de agradecer una semana de ocio y relax tras una intensa campaña de carretera, disfrutando de las maravillas de Cancún. Y entre ellos, Mancebo que se lo tomó tan en serio, que fue el primero en franquear la línea de la llegada, demostrando –por enésima vez- que realmente disfruta con el ciclismo: sea en carretera, BTT, ciclocross o incluso en una marcha benéfica. Realmente qué injusticia se está cometiendo con este corredor, mejor persona aún que ciclista. Pero de este tema me gustaría hablar más largo y tendido. Y seguro que lo haré en breve.

sábado, 30 de octubre de 2010

Noches en blanco para que todo parezca más claro

A raíz del reciente informe del AMA sobre los controles antidopaje desarrollados en el pasado Tour de Francia, y en el que sugiere la realización de análisis nocturnos –“en las horas más intempestivas, muy prontito por la mañana y muy tarde por la noche”- como un nuevo paso más en la lucha antidopaje, no puedo sino sentirme inquieto. Primero, porque la propia UCI ha manifestado que va a estudiar a fondo el informe y evaluar las recomendaciones hechas para ver si su aplicación es posible, factible y necesaria", sin mayores matices. Y en segundo lugar, y más importante, porque los ciclistas, de forma individual o como colectivo, no hayan alzado la voz ante tamaña aberración.

No voy a entrar a valorar el compromiso de la UCI en la lucha antidopaje. Ni siquiera cuestionar –más buen todo lo contrario-, la sugerencia del AMA de unos controles más agresivos y menos predecibles. Simplemente recordar que, antes de nada y por encima de todo, los ciclistas son deportistas. Y personas. No sólo tramposos, más o menos presuntos, como algunos se empeñan en señalar, tirando la piedra y escondiendo la mano. Que antes que una sospecha –aunque sea fundada- están sus derechos, entre ellos el del descanso nocturno. Pero si ellos mismos no son capaces de hacer valer esto –no yo, con este modesto artículo- apaga y vámonos, aunque los precedentes del comportamiento ciclista no son nada esperanzadores en casos similares anteriores. Y os pongo un ejemplo: si la policía entrara cada semana en vuestra casa, a la una o a las cinco de la madrugada –muy tarde por la noche muy prontito por la mañana-, para comprobar que no estáis traficando con droga, imprimiendo pornografía infantil o secuestrando a alguien en vuestro sótano, ¿Cómo reaccionarías? Desde luego, no permaneceríais precisamente callados.

Una segunda recomendación del AMA, en el sentido de que la UCI centralizara la potestad sancionadora en lugar de las Federaciones Nacionales, parece más positiva, pero no exenta de peligros. Con ello "se ganaría en rapidez y homogeneidad a la hora de tomar decisiones", argumenta el AMA con razón. Si, pero ¿a qué coste? Insisto, aunque cada vez esté más en boga la teoría de que el ciclista es culpable hasta que demuestre lo contrario, la presunción de inocencia, y las garantías en el procedimiento, son valores que deben estar por encima de todo, que están asumidos en la legislación de los países democráticos y que la UCI debería tener en cuenta si recogiera estas competencias, si no queremos volver a un nuevo enfrentamiento entre los poderes políticos y los deportivos, en un nuevo frente de batalla de esta guerra que es el ciclismo.

jueves, 28 de octubre de 2010

Cuenta atrás para Londres 2012

Con la disputa la próxima semana de los Campeonatos de Europa de pista, en Pruszkow (Polonia), se pone en marcha el Ranking de pista 2010-2012. Así es como comienzo el artículo descriptivo del nuevo sistema de clasificación para las pruebas de pista de la próxima cita olímpica de Londres 2012.

Un análisis en el que no entro en valoraciones, porque en caso de hacerlo nos daríamos cuenta de lo complicado que va a ser obtener plazas para los Juegos, en especial en algunas disciplinas como las de velocidad donde la tarea roza lo imposible: por ejemplo, en velocidad por equipos hay que estar entre los cinco mejores de Europa… y podría no valer si nos superan, por ejemplo, dos países americanos y dos oceánicos. Y en velocidad y keirin, hay que decir casi adiós: sólo los cuatro mejores europeos tendrán plaza. En las dos pruebas de fondo las perspectivas son algo mejores, pero nadie va a regalar nada: hay que estar entre las seis mejores selecciones europeas en la persecución por equipos –con la amenaza de países de otros continentes- y en omnium las plazas se amplían hasta ocho, aunque un repaso de lo que es la pista en Europa nos demuestra que son muchos más los países que aspiran, con fundamento, a esas plazas.

Por cierto, en Oceanía el número de plazas para la velocidad por equipos (que da paso a un corredor o corredora en velocidad y keirin), persecución por equipos y omnium es de dos. Y si mal no recuerdo, sólo hay dos países con una cierta entidad para ocuparlas. Es decir, que Nueva Zelanda y Australia lo tienen virtualmente conseguido, salvo que España pidiera un cambio de continente. ¿Imposible? En esto del olimpismo cosas más difíciles y absurdas se han vivido.

Lo que no analizo es el programa del mencionado Campeonato, sólo con las nuevas pruebas olímpicas, reducido a sólo tres días y eso que se añade la madison –ya fuera de los Juegos- en la jornada final. Un programa que es perfectamente extrapolable a Londres 2012, con lo que bastaría con esas tres jornadas, en lugar de las seis que vivimos en Pekín, con todo lo que supone de perder peso específico, aunque lo más lógico es que todo ‘quepa’ en cuatro: un día para la velocidad por equipos, dos para la velocidad y el último para el keirin, aunque las de fondo cabrían en tres (uno para la persecución por equipos y otros dos para el omnium). Más días para otros deportes.

lunes, 25 de octubre de 2010

De Vuelta a Chihuahua

Desde 2006, he reservado algo más de una semana de mis vacaciones para desplazarme a Chihuahua, ese estado mexicano limítrofe con los Estados Unidos, de un tamaño ligeramente inferior a España, y desgraciadamente más conocido en nuestro país por sus problemas –menos de los que se revelan- que por sus bondades –muchas más de las que se conocen-. Y en donde una serie de casualidades –el destino- y habilidades –el tino- llevaron a poner en marcha, desarrollar y consolidar una de las carreras ciclistas más importantes de toda Hispanoamérica, una Vuelta con un bien ganado prestigio en el otro lado del Océano, una carrera 2.1 con vocación de fuera de categoría… y mucho más.

En los cuatro años anteriores he vivido grandes momentos, tanto en la carretera como fuera de ella, con personas y lugares inolvidables que prefiero no repetir para no olvidarme injustamente de nada ni de nadie. Pero que desde luego recordaré algún día.

Este año, sin embargo, la estancia en Chihuahua fue más cortina, apenas 24 horas: llegar el sábado por la noche desde España, vía México DF, dormir escasas horas entre ajetreos y ‘jet lag’, organizar una prueba sustitutoria, y decir adiós el domingo por la tarde. La razón, el cambio en la cúpula del Gobierno chihuahuense, con la entrada de César Horacio Duarte Jáquez en lugar del inolvidable José Reyes Baeza Terrazas, el hombre que apostó por el ciclismo, el alma máter de esta aventura, y que dejaba el cargo sin posibilidad de reelección, tal y como prevé la legislación mexicana.


Con este cambio –el nuevo equipo tomó posesión hace menos de un mes-, no había tiempo de preparar una ronda tan complicada desde el punto de vista logística como la de Chihuahua, pero había aún ganas de ciclismo y se apostó por un criterium en las calles de la capital del Estado, eso sí, con una pléyade de figuras que jamás se había visto en esta parte del mundo: los hermanos Schleck, Ivan Basso, Alexander Vinokourov, Roman Kreuziger, Alexander Kolobnev, Peter Sagan, Samuel Sánchez, Iván Gutiérrez… Ni que decir tiene que el público disfrutó en estas dos horas de fiesta… e incluso el propio Gobernador, que siguió varias vueltas en moto e incluso hizo un hueco en su apretada agenda para quedarse hasta el final.

En fin, hasta pronto Chihuhua, y ya soñamos con estar de Vuelta en 2011.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Después de los Nacionales de pista: El omnium

Con motivo de mi último ‘post’ referido al ciclismo en pista, y concretamente a los Campeonatos de España celebrados el pasado fin de semana, un seguidor, Ander, comentaba atinadamente que los fondistas cada vez pintan menos en la pista. Desgraciadamente es tan cierto como improbable es que se rectifique este error histórico de cuyas consecuencias nos lamentaremos dentro de algunos años.

Para los fondistas queda un mínimo resquicio en forma del omnium. Y estén o no de acuerdo con la reforma –que no lo están, pero no han sabido oponerse a ella poniendo una vez más en evidencia la incapacidad de los ciclistas para hacer llegar a buen puerto sus reivindicaciones-, saben que tienen que reconvertirse si quieren estar en Londres. En lo que a las féminas se refiere, Leire Olaberría no sólo se ha adaptado bien, sino muy bien. La guipuzcoana está realmente cambiada y no sólo por el maillot negro de Fullgas que ahora lleva, sino por todos los kilos que ha perdido. “Estoy con el mismo peso que tenía a los 16 años, cuando hacía atletismo”, comentaba en Diario Vasco. Por su concienciación –y porque desgraciadamente no tiene rivales en España- podría dársela ya como fija para Londres e incluso para el podio, aunque esto sean palabras mayores.

En cuanto a los hombres, está claro que ya han hecho su apuesta por esta disciplina al menos tres corredores –David Muntaner, Unai Elorriaga y Eloy Teruel-, aunque hay otros muchos que esperan a ver como se desarrollan los acontecimientos en estos dos años que faltan para la cita olímpica, o incluso en los seis meses escasos que restan para el próximo Mundial. De los tres indicados, quien lleva toda la ventaja es el balear: no sólo no ha perdido sus cualidades como persecucionista, ni como fondista, sino que además fue capaz de llevar a su selección al triunfo en la velocidad por equipos con un relevo magnífico que demuestra su adaptación a las distancias cortas.

Independientemente de los nombres, en Palma tuve la ocasión de seguir por primera vez una prueba de omnium con el formato olímpico, lo mismo que los corredores en participar en ella. Es decir, dos días de competición, con vuelta lanzada, scratch y eliminación, con esta secuencia, el primero, y con persecución, puntuación y kilómetro (500 metros), la última jornada. Y aunque me siga pareciendo una disciplina que no tiene el menor interés para el público –salvo el de las propias pruebas que la componen y, para los que lleven una calculadora, por el ‘arrastre’ de puntuaciones-, la prueba masculina mantuvo el interés hasta el final debida a la superioridad manifiesta de los tres medallistas finales. La femenina fue un coto cerrado para Olaberría, con el único objetivo de probarse, de luchar contra sí misma, en las pruebas cronometradas.

En todo caso, lo importante es la lectura que se hace del omnium. Tres pruebas en las que se lucha contra el cronometro, como la vuelta lanzada, la persecución (3.000 o 4.000 metros, según sexo) y el kilómetro (o 500 metros); dos en la que se compite contra los rivales (scratch y puntuación); y una como la eliminación, en la que se lucha contra la suerte, a la que se califica como lotería, que no te hace ganar pero sí perder.

Es curioso que tanto Olaberría como Muntaner, y como otros protagonistas que no se vieron recompensados, reconocieran que este omnium va a ser más duro que el anterior –el de las cinco pruebas en un solo día-. No sólo por las distancias, que son más largas, sino porque consideran que el hacerlo en dos días eleva la tensión, incluso durante la presumible noche de descanso.

jueves, 14 de octubre de 2010

Luisle, Leire y las promesas

Faltan muy poquitas horas para que comience en el Palma Arena el Campeonato de España de pista open 2010. Un Nacional que se disputa más de un año y medio después del anterior, que tuvo lugar en febrero del 2009 en este mismo escenario, por el cambio adoptado para que estuviera al inicio de la temporada de pista –a caballo de dos años- y no al final de la misma.

De esta forma, se pretende que sea una mejor referencia para todos aquellos que optan a competir con la selección de pista en los eventos internacionales, intentando captar a más gente de la carretera. Y aunque a nivel de cantidad es cierto que podría contarse con muchos más corredores, a nivel de calidad, la sola presencia de Luis León Sánchez es ya un aliciente para estos Nacionales y sobre todo teniendo en cuenta que el murciano está cansado –más psíquica que físicamente- de una temporada que empezó para él muy pronto, y a una intensidad muy alta. Pero, en un gesto que le honra, decidía atrasar una semana sus vacaciones para ayudar a su Federación.

El futuro líder de Rabobank –que lo terminará siendo si confirma todo lo que tiene en sus piernas- vuelve a los velódromos nueve años después. Al menos de forma oficial. Recuerdo que su última actuación fue en los Nacionales juniors celebrados en 2001 en el velódromo de Lardero. No tengo ninguna imagen de él –las digitales aún no eran tan populares y asequibles como ahora-, pero si el recuerdo de ese superclase que arrasaba en carretera que era capaz también de imponerse en la pista riojana. Y por partida triple, en persecución, puntuación y kilómetro. Luego, en esas decisiones tan difíciles de entender, renunciaba a los velódromos –incluso a acudir a un Mundial- para centrarse exclusivamente en la carretera.

Junto a Luisle, otros ‘pros’ que se han atrevido con el velódromo son el catalán David de la Cruz o el asturiano Joaquin Sobrino, notable sprinter en carretera, pero con pocos antecedentes en la pista, aunque echo en falta que hombres como el balear Lluis Mas o el valenciano Ramón Domene.

Pero el grueso de la participación serán los habituales en esta disciplina, con la sola ausencia de José Antonio Escuredo, que anunciaba su retirada hace algunos meses, y al que sin duda echaremos en falta: es más, estoy seguro de que podría irse de Palma con un par de medallas sin apenas haber entrenado. Y entre todos ellos, quizá la gran referencia de este Campeonato sea Leire Olaberria, en su firme apuesta hacia la medalla olímpica en Londres 2012, plenamente adaptada al nuevo –y absurdo- omnium, aunque ello le cierre puertas en otras disciplinas de pista e incluso fuera de ella. Entre los hombres, máxima rivalidad para saber quien puede ser el elegido: Eloy Teruel, David Muntaner y Unai Elorriaga son algunas de las apuestas más firmes, aunque ojalá salga algún joven más.

De hecho, la ubicación en estas fechas finales del año permite que puedan competir los juveniles de segundo año, con lo que veremos el verdadero nivel de aquellos que han brillado en la categoría inferior. Y es de agradecer que dos féminas que se llevaron sendas medallas en el Mundial junior como Tania Calvo y Gloria Rodríguez puedan ir fogueándose al más alto nivel. Al menos en este caso, la pista será una prioridad para ellas.

domingo, 3 de octubre de 2010

Primer Mundial post pinganillo

Aunque muchas de las pruebas de los calendarios nacional e incluso internacional –hasta aficionados- ya lo habían experimentado, ayer se vivió en Melbourne y Geelong la primera competición profesional sin ‘pinganillo’ en muchísimo tiempo. Un Mundial que resultó muy extraño a algunos directores, que “sufrieron como cualquier ciudadano actual que se olvida un día el móvil en su casa y no sabe qué hacer sin consultar cada 20 segundos una pantallita”, como escribía Carlos Arribas en El País.

A pesar de la oposición de buena parte del pelotón, la suerte en este tema está echada y en un par de años las comunicaciones por radio entre director y corredor serán historia. Una vez más falta de diálogo e incapacidad de reacción de los afectados conllevarán esta medida cuyos detractores consideran que es un paso atrás –“somos el único deporte que va en contra del progreso”, me comentaba un corredor hace un par de días-, que va en contra de la seguridad en carrera y que convierte a los directores en meros chóferes. Por el contrario, los impulsores de esta medida afirman que el uso del pinganillo va en contra del espectáculo, argumentando que las órdenes de del equipo convierte a los ciclistas en autómatas y resta emoción.

Aunque comparto ambos puntos de vistas, cada vez me inclino más hacia la tesis de que prohibirlos es un paso atrás. Haciendo un símil, sería como un partido de fútbol sin entrenadores: aflorarían las genialidades –en algunos casos exageradas e individualistas tipo Cristiano Ronaldo-, pero a base de perder en lo colectivo y sobre todo en capacidad de reacción ante una situación inesperada.

Con todo y con ello, los ciclistas podrían asumir esta involución siempre que se compensara la información que recibían del director por la que les da directamente la organización. Un servicio de radio vuelta más ágil y un ‘pizarrero’ más frecuente era algo que ayer echaron en falta los ciclistas españoles en ese momento crítico del corte provocado por Italia. Aunque eso de cambiar la radio por la pizarra no me parece precisamente un avance, ni algo que favorezca en sí el espectáculo. Volviendo con el símil futbolero, que los futbolistas no supieran cuantos minutos de juego les quedan, por ejemplo.

Sea como fuere, lo cierto es que ayer ya se vivieron situaciones en las que la imaginación e incluso la picaresca suplieron a la tecnología. Y esto es algo que realmente no beneficia a nadie en este deporte al que se pone en la picota a las primeras de cambio.

martes, 28 de septiembre de 2010

De la noche sevillana al día de Geelong, pensando en Río de Janeiro

Todavía sigo asombrado por el éxito que supuso la contrarreloj nocturna que abrió la Vuelta en Sevilla, hace algo más de un mes. Una experiencia que ojalá se repita en la ronda española… pero que estoy seguro de que sería imposible que triunfase en las antípodas, en Geelong, sede desde mañana de los Mundiales de Melbourne.

Y no sería sólo por el frío, ya que refresca bastante en cuanto el sol se oculta –a eso de las seis y media de la tarde-, sino porque los habitantes de esta ciudad tienen otra mentalidad y en cuanto cierran tiendas y comercios, entre las cinco y las seis de la tarde, no se ve un alma por las calles: solamente algunos deportistas haciendo jogging, gente con bolsas de deporte yendo, o quizá volviendo ya, del gimnasio. E incluso alguna persona solitaria –con pintas bastante diferentes- con otro tipo de bolsas, en este caso de cartón o papel marrón cuyo contenido no vemos pero imaginamos tras contemplar muchas películas norteamericanas. Y es que en muchos sentidos Geelong es perfectamente equiparable a muchas ciudades estándar de Estados Unidos. Y poco o nada tiene que ver con la cercana –solo geográficamente hablando- Melbourne.

Eso si, muchísima amabilidad –sin ser zalameros o pegajosos- de los habitantes de esta ciudad, sabiendo que es una ocasión irrepetible, como dicen en el periódico oficial, ‘Once in a Lifetime’, una vez en la vida. Eso sí, su alto grado de civismo no les permite entender por qué los ciclistas entrenando se saltan los semáforos. A los conductores les molesta sobremanera y manifiestan a bocinazos su irritación, pero más aún al jefe de la policía local que ha advertido que no habrá excepciones en el cumplimiento de las leyes viales.

Y siguiendo con la exclusividad de este evento, debida a la lejanía, parece que va a ser cada vez menos infrecuente, ya que Pat MCQuaid ha comunicado la intención de sacar el Mundial de Europa cada cinco años. Y junto a la más que probable candidatura canadiense, se señala –de forma muy oficiosa aún y en voz baja, no sé hagan aún ilusiones- la posibilidad de que Río de Janeiro también quiera optar al Mundial de 2014, como test de cara a los Juegos Olímpicos, dos años más tarde. En esta ubicación, pienso que tampoco sería conveniente una prueba nocturna, pero por otras razones. China, de la mano de Hein Verbruggen, también sopesa postularse a organizar este evento.

La decisión no se tomará hasta dentro de un año. De momento, la incógnita más próxima a resolver –dentro de apenas 24 horas- es la de 2013, cuando la UCI anuncie la sede del evento al que, aparte de Ponferrada, optan Génova, Florencia y Hooglede-Gits. Hay quienes señalan a la candidatura berciana como la gran favorita, pero creo que no hay apuestas oficiales sobre ello.

Por lo demás, mañana empieza el Mundial de Melbourne, aquí en Geelong, con una prueba sub-23 en la que veremos a las grandes promesas del futuro, desde Taylor Phinney –el neo del millón de dólares- hasta Alex Dowsett, Tom Dumoulin o Marcel Kittel, sin olvidarnos de un Jesús Herrada que tiene bastante más cartel fuera de nuestras fronteras que dentro de ellas, y naturalmente el todavía ‘xacobeo’ Nelson Oliveira, el último en salir. Esperemos que los ‘Geelongites’ salgan de sus casas y se vuelquen con el evento… y con el tráfico cerrado permitan ya las excepciones a los ciclistas.

sábado, 25 de septiembre de 2010

¿Por qué lo llamamos Melbourne cuando queremos decir Geelong?

Casi sin darse cuenta, uno lleva tres días fuera de casa, dos perdidos en el espacio, sin saber muy bien cómo, para cubrir los 17.000 kilómetros que separan Madrid de Melbourne; el tercero, de adaptación a esta nueva geografía, aunque a decir verdad el jet-lag me ha respetado –ojo con lo que digo, que hay veces que no aparece hasta el segundo o tercer día- y mis hábitos son bastante similares a los de días anteriores al ‘gran salto’.


Geelong es la segunda ciudad en número de habitantes –unos 170.000- del estado de Victoria, situada a algo menos de 80 kilómetros de la capital, Melbourne, con la que mantiene el lógico ‘pique’ entre vecinos. Por ello, aún no puedo comprender por qué a este Mundial se le denomina Melbourne 2010, cuando todas y cada una de las pruebas transcurren en Geelong, con la única excepción de la salida de los pros con la que finalizará este evento, el domingo 3 de octubre. Espero enterarme pronto de por qué Geelong se conforma con aparecer como 'Host City'. Por el contrario, mi segunda gran duda referida al cambio horario australiano- ya se ha resuelto: será la madrugada del sábado 2 al domingo 3 cuando se atrase la hora, con lo que la diferencia durante todo el Mundial de ocho horas pasará a nueve en la última sesión. Por lo demás, el ambiente no es aún muy ciclista, a pesar de los carteles de publicidad en todos y cada uno de los escaparates, eligiendo a los vigentes ‘arco iris’ Cadel Evans y Jack Bobridge, así como a la –para mi- semidesconocida Bridie O’Donell, actual campeona de Oceanía y victoriana de adopción. Faltan incluso por retirar algunas isletas en plena recta de llegada, que por cierto 'pica' bastante.

Volviendo con el proceso de adaptación, dar gracias nuevamente que no está siendo muy traumático, ahora refiriéndonos a los elementos climatológicos: de las postrimerías del verano español hemos pasado a un tiempo moderadamente invernal, con temperaturas aceptables –máximas de unos 16 grados-, aunque bajarán en par de días; ausencia de lluvias y viento, un elemento bastante frecuente en esta zona, de la que los lugareños dicen que puedes llegar a tener las cuatro estaciones en un mismo día. Eso sí, siempre es agradable tener el hotel a escasos cinco minutos de la línea de llegada: para terminar la carrera, ducharse en el hotel e ir al podio, como se comenta entre el seleccionado español, en el que reina el optimismo de cara a la gran carrera de los pros.

Sin embargo, nuestros nueve ciclistas pro –a falta de Samuel, que llega mañana por la noche- aún no han reconocido el circuito, cosa que si han hecho otros protagonistas que comienzan a desmontar con hechos irrefutables la teoría del Mundial al sprint. Si el propio Philippe Gilbert dice que es ‘tough’ –duro-, habrá que creerle. O más aún si sus compañeros de selección dicen que está cortada a su medida. E incluso cuando un observador imparcial como el fotógrafo Graham Watson tuitea así: Did a lap of the course today - brutal, and I was only in a car! Gilbert, Evans and Gerrans top my list, can't see sprinter on podium... Por si no queda claro traduzco: Di una vuelta y brutal. Y eso que iba solamente en coche. Gilbert, Evans y Gerrans encabezan mi lista. No puedo ver un sprinter en el podio. Mañana veremos que dicen Freire y compañía.

Y mientras tanto, hoy motivo para la celebración con el nacimiento de Regina, el tercer retoño de los González Arrieta-Somarriba, y primera ‘niña’, con lo cual está dicho todo. Champán tras la cena y como dijo Ramontxu en el brindis: “Esperamos que a partir del miércoles haya más”. Eso si, dudo que lo que venga lo celebremos con una de las paellas de Gerry. Por mucho que sea 'El chiringuito de la Roja'

jueves, 23 de septiembre de 2010

No hay dos sin tres: rumbo a Australia

Una vez me dijo un paracaidista que no era el primer salto el que más ‘acojonaba’, sino el segundo: en el ‘debut’ apenas eres consciente de nada, pero en el siguiente ya te das cuenta de todo, y eso te ‘marca’. Y el tercero es el que te sirve para quedarte definitivamente enganchado al salto… o aborrecerlo de por vida.

Con los viajes transoceánicos pasa un poco de lo mismo. De la primera vez que viajé a Australia –para acudir al Mundial de pista de Melbourne, en 2004- tengo pocos recuerdos: salimos para Londres un sábado a media tarde, hicimos escala en el soberbio aeropuerto de Singapur, ya el domingo a una hora indefinida, para llegar a la capital de Victoria el lunes de madrugada, intentando conciliar el horario físico y el mental. Por cierto, fue un Campeonato con numerosos éxitos españoles, destacando el oro de Sergi Escobar en la persecución.

Volví en 2006, pero con destino final Nueva Zelanda –esta vez era el Campeonato del Mundo de BTT y trial- y con unas condiciones bastante peores, que sin embargo no hicieron en mi la mella negativa que me hubiera desilusionado, más bien al contrario, aunque recuerdo todos y cada uno de los detalles de aquel trayecto. Fue pocos días después de una amenaza terrorista en Heathrow que obligó a viajar sin equipaje de mano, lo que afectó a los componentes de la primera expedición y el doctor Angel Gutiérrez aún anda pleiteando al perderle TODO el contenido de su maleta, incluso las gafas que no pudo llevar encima. Nosotros fuimos más afortunados por un par de días, aunque la estricta aplicación de pesos y volúmenes del equipaje de mano obligó a algunos a volver a facturar.

Al embarcar en Londres –sobre las nueve de la tarde del sábado-, es cuando te das cuenta que solamente puedes hablar con propiedad de haber montado en un avión cuando has sido pasajero de un gigantesco Boeing 747, cuando eres uno de sus más de 400 pasajeros; que el aeroplano en el que has llegado hasta la capital británica es un juguete que guarda muchas más similitudes con el cercanías o con cualquier autobús urbano o interurbano. Eso sí, me sorprendió que hubiera hasta cuatro vuelos programados para Australia en un intervalo de apenas dos horas, tres de ellos a Sydney, y dos incluso pasando por Bangkok, como nos tocó hacer esa vez.

Durante el vuelo, teníamos instrucciones exactas de cuando comer o dormir. A la hora de la verdad, sálvese quien pueda, con música, lectura, cabezadas más o menos prolongadas… y un aparato diabólico que me encanta, que me hipnotiza y que me trastorna. Es el flight path, un mapa a escala mundial en el que se señala en cada momento la posición del avión, las ciudades, tierras y mares que sobrevolamos. Y gracias a ello descubrí que países como Ucrania, la India o Birmania son bastante más extensos de lo que jamás habría podido imaginar viendo exclusivamente un atlas o un globo terráqueo. Claro que también la superficie de los mismos era proporcional al grado de cansancio que llevábamos: por ello ni cuento lo que supuso atravesar Australia, tras la escala tailandesa.

Tras pisar el aeropuerto de Sydney, un nuevo avión hacia Auckland -tres horas de vuelo que nos ratifican que Australia y Nueva Zelanda no están tan juntas como se presume en los mapas-, donde arribamos a mediodía del lunes. Pero aún no terminaba todo: recogida de equipajes, comprobación de bultos y bicis olvidadas o perdidas… y casi doscientos kilómetros por carretera, en pleno invierno austral, para llegar sobre las seis de la tarde, con la noche ya cerrada. No sé si es mejor contar las treinta y tantas horas reales de vuelo, o los dos días que invertimos en este traslado, sumando el bonus de la diferencia horaria. Al llegar a Rotorua, el intenso y característico olor a huevos podridos parecía más debido a la descomposición de nuestros propios cuerpos que a las aguas sulfurosas de geiseres y fumarolas que rodean esta estación termal.

Faltan pocas horas para el tercer viaje, esta vez sin escala en Londres, pero con cambio de avión nuevamente en Bangkok. Menos horas, pero entre unas cosas y otras dos días perdidos, ya que la llegada a Melbourne se producirá a última hora de la tarde del día siguiente a la partida. Ahora es la selección de carretera, ‘La Roja’, el motivo del viaje. Un traslado que, independientemente del cansancio, genera ilusión: la de que Oscar Freire se convierta en el primer corredor de la historia en conseguir el cuatro título profesional. El circuito, dicen, le va como anillo al dedo, y el cántabro sabe que es su penúltima oportunidad. Además, España se vino con el oro en los dos mundiales anteriores celebrados fuera de la Vieja Europa: en 1995, en Duitama (Colombia), con Abraham Olano, y en 2003, en Hamilton (Canadá), con Igor Astarloa. No hay dos sin tres también en esto, espero.

Foto: Federation Square, un curioso nombre para uno de los puntos céntricos de Melbourne y donde comenzará la prueba de profesionales el domingo 3 de octubre.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Peñafiel: el recuerdo de lo que fue y debe ser el ciclismo

Solamente he seguido ‘casi’ enteras dos Vueltas a España, las de 1991 y 1992. Y digo casi porque en la que ganó Melchor Mauri me tuve que retirar tres días a casa para recuperarme en tiempo record de un esguince de tobillo que me produje en el barco que nos llevaba de regreso a la península tras dos etapas en Mallorca… pero que me evitó tener que padecer la ola de frío que azotó –y redujo- las etapas pirenaicas de aquella edición.

Desde entonces, mi relación con la Vuelta ha sido mediante visitas ocasionales –de uno o dos días como mucho- en aquellos momentos en que informativamente se requería, normalmente relacionados con la selección nacional que competiría días después en el Mundial, aunque vinculando, si era posible, la estancia en alguna población que mereciera la pena.

Ayer fue un día de esos y acompañado de mi hijo Héctor y de mi amigo David me desplacé hasta Peñafiel para coordinar con el seleccionador algunos asuntos relativos al Mundial y que lógicamente no pertenecen al ámbito de este blog. Además, la visita me servía para conocer esta acogedora y turística localidad vallisoletana que jamás había visitado: pese a ello no pude visitar el Castillo roquero –demasiado inaccesible para mí-; ni fotografiar la original Plaza del Coso, ‘ocupada’ por el montaje del espectáculo de la Vuelta. Ni compre alguna botella de Ribera de Duero. Justo para tener tres excusas para volver pronto, posiblemente en otoño cuando la canícula no sea tan intensa como ayer.

Pero lo que verdaderamente me gustó fue cómo se volcó la población con este evento, cómo el ambiente festivo se vivía en las calles de la localidad, como antaño sucedía cuando llegaban ‘las carreras’ a cualquier localidad, confirmando mi teoría de que el ciclismo se vive con más intensidad en las pequeñas poblaciones que en las grandes capitales, donde muchas veces se viven los finales como un fastidio, por aquello de los problemas de tráfico. Había leído que en Peñafiel podía haber grandes retenciones al no existir una circunvalación, pero no pasó nada malo. Eso sí, las apocalípticas advertencias hicieron que algunos visitantes de la capital prefirieran quedarse en sus casas.

Me gustó ver la bicicleta que construyeron los escolares de Peñafiel como recuerdo del día; o las vitrinas de los bares con motivos y fotografías ciclistas, o los escaparates de las tiendas profusamente decorados, de entre los que me quedo con el que protagonizaron los Playmobil en su particular Vuelta a España y que merecería un premio por su simpatía. En definitiva, un día grande para Peñafiel y para el ciclismo, recuerdo del pasado, pero pensando en el futuro.

Eso sí, el final preferí verlo en un atestado bar que debió hacer su agosto en un solo día, ya que las imágenes de televisión dan bastante más información que la contemplación en directo, aunque sin el sonido de fondo, las referencias sobreimpresas en las imágenes nos confundieron más que nos ayudaron a entender lo que estaba pasando.

martes, 14 de septiembre de 2010

A rueda del ecologismo

por Rubèn Peris  (*)

Últimamente en el mundo del ciclismo está de actualidad un tema que yo ya hacia tiempo que reflexionaba. El planteamiento de la Unión Ciclista Internacional de impulsar la ecología a través de la bicicleta i explotar el lado más ecológico de este, nuestro vehículo, ha disparado los comentarios y las opiniones en este sentido. Yo, primero como aficionado de este gran deporte pero también como dirigente de una de sus pruebas, siempre me he preocupado en mayor o menor medida de este aspecto, fijándome en casos concretos o analizando problemáticas que se derivaran y buscando vías para solucionarlas.

En un deporte como el nuestro, ecológico por esencia, tenemos que ser modelos. No puede ser que inmersos como estamos en una época difícil y llena de contradicciones y ataques no explotemos y potenciemos uno de los aspectos que más a favor tenemos: la no contaminación de nuestro vehículo. La bicicleta se ha convertido en un elemento más, por no decir en uno de los más importantes, de nuestra sociedad: gente joven yendo arribo y abajo por los paseos de las ciudades, excursionistas que suben a las cimas más altas con la bicicleta al hombro, pero también ejecutivos con corbata i maletín que se desplazan hasta su oficina sobre dos ruedas.

Esta “globalización” de la bicicleta se ha producido debido a la serie de ventajas que supone frente a las características del coche, y siempre teniendo la contaminación y el calentamiento global como telón de fondo. Si somos modelos en ecología, seámoslo al 100%. Si la gente coge la bicicleta porque no contamina, que los profesionales del deporte den un buen ejemplo de cómo ser ecológicos totalmente, de la misma manera que para promover la utilización del casco se ha normativizado la obligatoriedad de su uso en las pruebas ciclistas profesionales.

Es por todo esto que consideraría más que oportuno la modificación de la conducta de algunos ciclistas que, estén escalando un puerto o rodando inmersos en el pelotón, lanzan los bidones en el primer lugar que encuentran, dejando tras el paso de la carrera un reguero de productos y de residuos que, unidos a los envoltorios de los productos de avituallamiento, ensucian tanto la zona por donde se ha pasado como el nombre del ciclismo. La numerosa presencia de aficionados deseos de ver pasar a estos héroes que escalan montañas imposibles y que corren a velocidades estratosféricas va unida al deseo de llevarse un recuerdo de estos deportistas y, en especial en la figura de los niños, estarían, y están, encantados de recibir uno de estos bidones que si no descansan en sus manos quedaran olvidados en un rincón al lado de la carretera.

Dada la dificultad de reutilización de estos bidones o la eliminación en carrera de los envoltorios de la comida, opino que no estaría de más cuidar la ya demasiada manchada imagen del ciclismo contentando al público con un pequeño obsequio que hará que tengan más ilusión y confianza en este deporte, por lo que respecta a los bidones. Por lo que respecta a los envoltorios, no supone ningún esfuerzo el hecho de guardarlos en un bolsillo del maillot para ser tirados en el sitio adecuado al finalizar la etapa. Si hacer felices a los aficionados no es suficiente para alguien, siempre puede pensar en no ensuciar una tierra donde vive gente y contribuir a no contaminar un Mundo cada vez más deteriorado. Seamos ejemplo en todos los aspectos del ciclismo, de manera que el uso deportivo pero también cotidiano de la bicicleta sea sinónimo de ecología, respeto y responsabilidad.

(*) Nota: Cuando comencé con este blog hace algo más de un año, uno de los objetivos que me marqué –y que fue demorando- fue dar entrada a todos aquellos que quisieran y tuvieran algo que aportar. Por fin arrancamos estas colaboraciones –si se las puede llamar así- con Rubén Peris, máximo responsable de la organización de la Volta a Catalunya, y uno de los ‘hombres fuertes’ del deporte catalán. Pero ante todo, un amigo.